Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
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Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
Buenas don Tano, vale decir me rindo!
Lo que si, hay que reconcer que el enemigo es tenáz e insistente!!!
Reciba, tanto usted, el señor Otero como el resto de los coforistas, un cordial saludo
SUE, alias Juan Perez
"No hay peor ciego que el que no quiere ver"
Lo que si, hay que reconcer que el enemigo es tenáz e insistente!!!
Reciba, tanto usted, el señor Otero como el resto de los coforistas, un cordial saludo
SUE, alias Juan Perez
"No hay peor ciego que el que no quiere ver"
SUE.3A203- Marinero Segundo
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Fecha de inscripción : 25/01/2008
Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
negativo!! siempre estoy por aca, todos los dias, pero hay veces que solo me "educo".martin_otero escribió:Qué hacés por acá????
Tas perdido chabón!!!
y hasta mediatico!Juan escribió:Lo que si, hay que reconcer que el enemigo es tenáz e insistente!!!
un abrazo
tanoarg- Admin
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Localización : Argentina
Fecha de inscripción : 23/01/2008
Ceremonia en Homenaje al Crucero ARA “GENERAL BELGRANO”
Comando del Area Naval Atlántica
Ceremonia en Homenaje al Crucero ARA “GENERAL BELGRANO”
El viernes 02 de Mayo, a las 10.00 hs en la Plaza de Armas “Submarino Santa Fe” de la Base Naval Mar del Plata, el Comando del Area Naval Atlántica, realizó la ceremonia de homenaje al Crucero (C-4) ARA “GENERAL BELGRANO” al cumplirse 26 años de su hundimiento en el conflicto del Atlántico Sur.
El Sr. Comandante de la División Patrullado Marítimo (DVPM) Capitán de Navío D. Luis Javier SOLARI, presidió la formación militar, acompañado por los oficiales del Estado Mayor de esta Area Naval. Durante el acto, el oficial de ceremonia pronunció una alocución evocativa a tan significativa fecha, resaltando el valor y dedicación profesional de los 323 héroes navales que ese día entregaron su vida a la Patria. Se puso de manifiesto también el orgulloso historial de aquella nave capital de nuestra Armada y la disciplina y conducta profesional de su tripulación que, en horas tan aciagas, no solo enfrentaron el hundimiento, sino que, también lograron vencer el temporal de viento y mar desde sus frágiles balsas hasta el momento de ser rescatados.
Junto a las autoridades, familiares e invitados especiales, formaron en posición de honor, 16 de los 22 sobrevivientes del Crucero Belgrano, en actividad y retirados, que tienen su residencia en la ciudad de Mar del Plata.
Oscar FILIPPI
Corresponsal Naval
Ceremonia en Homenaje al Crucero ARA “GENERAL BELGRANO”
El viernes 02 de Mayo, a las 10.00 hs en la Plaza de Armas “Submarino Santa Fe” de la Base Naval Mar del Plata, el Comando del Area Naval Atlántica, realizó la ceremonia de homenaje al Crucero (C-4) ARA “GENERAL BELGRANO” al cumplirse 26 años de su hundimiento en el conflicto del Atlántico Sur.
El Sr. Comandante de la División Patrullado Marítimo (DVPM) Capitán de Navío D. Luis Javier SOLARI, presidió la formación militar, acompañado por los oficiales del Estado Mayor de esta Area Naval. Durante el acto, el oficial de ceremonia pronunció una alocución evocativa a tan significativa fecha, resaltando el valor y dedicación profesional de los 323 héroes navales que ese día entregaron su vida a la Patria. Se puso de manifiesto también el orgulloso historial de aquella nave capital de nuestra Armada y la disciplina y conducta profesional de su tripulación que, en horas tan aciagas, no solo enfrentaron el hundimiento, sino que, también lograron vencer el temporal de viento y mar desde sus frágiles balsas hasta el momento de ser rescatados.
Junto a las autoridades, familiares e invitados especiales, formaron en posición de honor, 16 de los 22 sobrevivientes del Crucero Belgrano, en actividad y retirados, que tienen su residencia en la ciudad de Mar del Plata.
Oscar FILIPPI
Corresponsal Naval
Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
no era D`Elistas?
tanoarg- Admin
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Localización : Argentina
Fecha de inscripción : 23/01/2008
Recordaron a los héroes del crucero «ARA General Belgrano»
A 26 AÑOS DE SU HUNDIMIENTO
Con actos realizados en Ushuaia y Río Grande se conmemoró el 26º aniversario del hundimiento del crucero «ARA General Belgrano», en el que murieron 323 de sus tripulantes. La embarcación se encontraba fuera de la zona de exclusión, establecida por Argentina e Inglaterra durante el conflicto del Atlántico Sur en 1982.
RIO GRANDE.- El pasado viernes, con sendos actos realizados en Ushuaia y Río Grande, se conmemoró el 26º aniversario del hundimiento del crucero «ARA General Belgrano», en el que fallecieron 323 de sus tripulantes mientras navegaba fuera de la zona de exclusión establecida por Argentina e Inglaterra durante la guerra de Malvinas en 1982.
En Río Grande, el acto tuvo lugar en el paseo que lleva el nombre del crucero, ubicado en las intersecciones de las calles Ushuaia y Santa Fe, y participaron autoridades municipales, integrantes de las diferentes fuerzas de seguridad, veteranos de guerra y tripulantes del navío que sobrevivieron al ataque.
A pesar de las inclemencias climáticas, la ceremonia se llevó a cabo y con emotivas palabras se recordó a quienes dieron su vida el 2 de mayo de 1982, tras lo cual se colocaron ofrendas florales en nombre de la Armada Argentina, del Gobierno de la Provincia, el Municipio de Río Grande, y del cuerpo de Concejales.
La ceremonia comenzó pasadas las 16:00 -momento en el cual 26 años atrás era hundido el Crucero Belgrano-, y estuvo presidido por la gobernadora Fabiana Ríos, y el Comandante de la Fuerza de Infantería de Marina Austral, capitán de Navío Luis Cavotta; contándose además con la presencia del concejal a cargo de la Intendencia, Gustavo Longhi y su par Marisa Montero, así como la secretaria de Asuntos Sociales, Silvia Rosso; autoridades de Fuerzas Armadas y de seguridad; miembros del Centro de Veteranos de Guerra, y un nutrido grupo de sobrevivientes del Crucero ARA Gral. Belgrano.
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional, el teniente de Corbeta Mariano Nicolás Sánchez, pronunció un discurso referente al hundimiento del crucero y el padre Felicísimo Vicente realizó una invocación religiosa y se efectuó un toque de silencio.
Cabe destacar que en la ceremonia se recordó que el crucero Belgrano navegaba a 240 millas náuticas al sureste de Ushuaia, a unos dos días de viaje, cuando se produjo su hundimiento.
Finalmente, las autoridades y representantes de las diferentes instituciones, realizaron una ofrenda floral en conmemoración a las almas argentinas que perdieron su vida y resaltaron que «no debemos olvidar, a quienes dieron su vida por defender la patria».
En tanto, en Ushuaia el acto conmemorativo se realizó en la Plaza de Armas del Área Naval Austral, y fue presidido por el comandante del Área Naval Austral y jefe de la Base Naval Ushuaia, Contralmirante (VGM) Daniel Enrique Martín, contando con la presencia del jefe del Estado Mayor, capitán de Navío Matías Martínez, del Jefe de la Prefectura Naval Argentina con asiento en la ciudad de Ushuaia, prefecto Mayor Pedro Ernesto Tuhay y representantes del Centro de Ex Combatientes de Malvinas en Tierra del Fuego.
La alocución de la ceremonia estuvo a cargo de un oficial de la Armada, y la invocación religiosa a cargo del cura párroco Marcelo Maciel.
Fuente: surenio.com.ar
Con actos realizados en Ushuaia y Río Grande se conmemoró el 26º aniversario del hundimiento del crucero «ARA General Belgrano», en el que murieron 323 de sus tripulantes. La embarcación se encontraba fuera de la zona de exclusión, establecida por Argentina e Inglaterra durante el conflicto del Atlántico Sur en 1982.
RIO GRANDE.- El pasado viernes, con sendos actos realizados en Ushuaia y Río Grande, se conmemoró el 26º aniversario del hundimiento del crucero «ARA General Belgrano», en el que fallecieron 323 de sus tripulantes mientras navegaba fuera de la zona de exclusión establecida por Argentina e Inglaterra durante la guerra de Malvinas en 1982.
En Río Grande, el acto tuvo lugar en el paseo que lleva el nombre del crucero, ubicado en las intersecciones de las calles Ushuaia y Santa Fe, y participaron autoridades municipales, integrantes de las diferentes fuerzas de seguridad, veteranos de guerra y tripulantes del navío que sobrevivieron al ataque.
A pesar de las inclemencias climáticas, la ceremonia se llevó a cabo y con emotivas palabras se recordó a quienes dieron su vida el 2 de mayo de 1982, tras lo cual se colocaron ofrendas florales en nombre de la Armada Argentina, del Gobierno de la Provincia, el Municipio de Río Grande, y del cuerpo de Concejales.
La ceremonia comenzó pasadas las 16:00 -momento en el cual 26 años atrás era hundido el Crucero Belgrano-, y estuvo presidido por la gobernadora Fabiana Ríos, y el Comandante de la Fuerza de Infantería de Marina Austral, capitán de Navío Luis Cavotta; contándose además con la presencia del concejal a cargo de la Intendencia, Gustavo Longhi y su par Marisa Montero, así como la secretaria de Asuntos Sociales, Silvia Rosso; autoridades de Fuerzas Armadas y de seguridad; miembros del Centro de Veteranos de Guerra, y un nutrido grupo de sobrevivientes del Crucero ARA Gral. Belgrano.
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional, el teniente de Corbeta Mariano Nicolás Sánchez, pronunció un discurso referente al hundimiento del crucero y el padre Felicísimo Vicente realizó una invocación religiosa y se efectuó un toque de silencio.
Cabe destacar que en la ceremonia se recordó que el crucero Belgrano navegaba a 240 millas náuticas al sureste de Ushuaia, a unos dos días de viaje, cuando se produjo su hundimiento.
Finalmente, las autoridades y representantes de las diferentes instituciones, realizaron una ofrenda floral en conmemoración a las almas argentinas que perdieron su vida y resaltaron que «no debemos olvidar, a quienes dieron su vida por defender la patria».
En tanto, en Ushuaia el acto conmemorativo se realizó en la Plaza de Armas del Área Naval Austral, y fue presidido por el comandante del Área Naval Austral y jefe de la Base Naval Ushuaia, Contralmirante (VGM) Daniel Enrique Martín, contando con la presencia del jefe del Estado Mayor, capitán de Navío Matías Martínez, del Jefe de la Prefectura Naval Argentina con asiento en la ciudad de Ushuaia, prefecto Mayor Pedro Ernesto Tuhay y representantes del Centro de Ex Combatientes de Malvinas en Tierra del Fuego.
La alocución de la ceremonia estuvo a cargo de un oficial de la Armada, y la invocación religiosa a cargo del cura párroco Marcelo Maciel.
Fuente: surenio.com.ar
26 Años del hundimiento del Crucero Gral. Belgrano
A 26 años del hundimiento del viejo crucero, se realizó en nuestra ciudad capital una ceremonia en la que civiles y militares recordaron y homenajearon a aquellos que entregaron sus vidas por la patria. En una sentida ceremonia llevada a cabo en las instalaciones de la Zona Naval Santa Cruz, la Armada Argentina de nuestra provincia recordó el hundimiento del Crucero ARA Gral. Belgrano por parte de las fuerzas británicas, durante el conflicto bélico de las Islas Malvinas en 1982.
En la ocasión, se dirigió a los presentes el jefe de la Zona Naval, capitán de navío Luis María Ferrari, expresando: -“Quienes tuvimos la suerte de tripular el Crucero ARA Gral. Belgrano sabemos de su hidalguía, de la mítica nobleza de su historia y la bravura que ha significado su presencia en el mar, durante sus 44 años de vida, para sus adversarios.
Nacido como integrante de la Clase Brooklin, en Pearl Harbor al NE de la Isla Ford, el Crucero CL46 US Phoenix de la Armada de los EEUU fue uno de los pocos buques de porte que no fue alcanzado por las bombas japonesas. A partir de 1951, el Crucero General Belgrano, durante sus 31 años de vida en la Armada Argentina, formó y modeló innumerables camadas de noveles marinos, quienes sobre sus cubiertas descubrieron su vocación por el mar”.
“De espíritu duro como el acero de su casco y noble como la madera de sus cubiertas, hasta en su suspiro final en el embravecido mar austral ha sabido guardar la calma, a pesar de los duros impactos recibidos, permitiendo con ello que 770 hombres hoy puedan contar, a las generaciones que han de venir, su gloriosa epopeya. Fueron horas difíciles las que les tocaron a ese millar de argentinos a partir de la hora 16:01 de ese frío 2 de mayo, pero sólo el profesionalismo y la adecuada preparación para el combate permitió que, a pesar de las inclemencias hidrometeorológicas reinantes, se pudiera concretar una de las operaciones de búsqueda y rescate mas extraordinarias en la historia de la navegación”.
-“El destino quiso que el viejo crucero en su interior, como fieles custodios de nuestro honor y nuestra soberanía, se llevara a 323 marinos argentinos y se convirtieran en permanentes centinelas de la patria en el mar. Es para ellos este homenaje y nuestro eterno agradecimiento por la entrega desinteresada de su vida, en cumplimiento de ese juramento sentido que algún 20 de junio hicieron: “defender la bandera hasta perder la vida”.
Luego de la invocación religiosa, se colocó una ofrenda floral en homenaje a los 323 náufragos de ese trágico hundimiento. Finalmente, con la realización del tradicional minuto de silencio, todos los presentes homenajearon a esos héroes anónimos que custodian nuestra soberanía.
Fuente: La Opinión Austral
En la ocasión, se dirigió a los presentes el jefe de la Zona Naval, capitán de navío Luis María Ferrari, expresando: -“Quienes tuvimos la suerte de tripular el Crucero ARA Gral. Belgrano sabemos de su hidalguía, de la mítica nobleza de su historia y la bravura que ha significado su presencia en el mar, durante sus 44 años de vida, para sus adversarios.
Nacido como integrante de la Clase Brooklin, en Pearl Harbor al NE de la Isla Ford, el Crucero CL46 US Phoenix de la Armada de los EEUU fue uno de los pocos buques de porte que no fue alcanzado por las bombas japonesas. A partir de 1951, el Crucero General Belgrano, durante sus 31 años de vida en la Armada Argentina, formó y modeló innumerables camadas de noveles marinos, quienes sobre sus cubiertas descubrieron su vocación por el mar”.
“De espíritu duro como el acero de su casco y noble como la madera de sus cubiertas, hasta en su suspiro final en el embravecido mar austral ha sabido guardar la calma, a pesar de los duros impactos recibidos, permitiendo con ello que 770 hombres hoy puedan contar, a las generaciones que han de venir, su gloriosa epopeya. Fueron horas difíciles las que les tocaron a ese millar de argentinos a partir de la hora 16:01 de ese frío 2 de mayo, pero sólo el profesionalismo y la adecuada preparación para el combate permitió que, a pesar de las inclemencias hidrometeorológicas reinantes, se pudiera concretar una de las operaciones de búsqueda y rescate mas extraordinarias en la historia de la navegación”.
-“El destino quiso que el viejo crucero en su interior, como fieles custodios de nuestro honor y nuestra soberanía, se llevara a 323 marinos argentinos y se convirtieran en permanentes centinelas de la patria en el mar. Es para ellos este homenaje y nuestro eterno agradecimiento por la entrega desinteresada de su vida, en cumplimiento de ese juramento sentido que algún 20 de junio hicieron: “defender la bandera hasta perder la vida”.
Luego de la invocación religiosa, se colocó una ofrenda floral en homenaje a los 323 náufragos de ese trágico hundimiento. Finalmente, con la realización del tradicional minuto de silencio, todos los presentes homenajearon a esos héroes anónimos que custodian nuestra soberanía.
Fuente: La Opinión Austral
Homenjearon al ARA Belgrano
A 26 AÑOS DEL HUNDIMIENTO
En horas de la tarde de ayer, se llevó a cabo el tradicional acto, a través del cual, las autoridades, los integrantes de las diferentes fuerzas de seguridad, los veteranos de la guerra de Malvinas y los tripulantes que sobrevivieron, recordaron el hundimiento del crucero ARA General Belgrano.
(03/05/2008) RIO GRANDE - En horas de la tarde de ayer, se llevó a cabo el tradicional acto, a través del cual, las autoridades, los integrantes de las diferentes fuerzas de seguridad, los veteranos de la guerra de Malvinas y los tripulantes que sobrevivieron, recuerdan el hundimiento del crucero ARA General Belgrano.
Pese a las inclemencias climáticas, la ceremonia se llevó a cabo en el paseo que lleva el nombre del crucero, ubicado en las intersecciones de la Avenida Santa Fe y Ushuaia, lugar en el cual no sólo se conmemoró y recordó a los valientes que dieron su vida, sino que también se efectuó el depósito de ofrendas florales en nombre de la Armada Argentina, del Gobierno de la Provincia, el municipio de Río Grande, y del cuerpo de concejales.
La emotiva ceremonia comenzó pasadas las 16 horas, -momento en el cual 26 años atrás era hundido el crucero Belgrano-, el cual fue presidido por la Gobernadora, Fabiana Ríos y el comandante de la Fuerza de Infantería de Marina Austral, capitán de navío Luis Cavotta; contándose además con la presencia del concejal a cargo de la intendencia, Gustavo Longhi y la parlamentaria local, Marisa Montero, la secretaria de Asuntos Sociales, Silvia Rosso; autoridades de Fuerzas Armadas y de seguridad; miembros del Centro de Veteranos de Guerra, y un nutrido grupo de sobrevivientes del crucero ARA Gral. Belgrano.
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional, el teniente de corbeta Mariano Nicolas Sánchez pronunció una alocución referente al hundimiento del crucero y el Padre Felicísimo Vicente realizó una invocación religiosa y se efectuó un toque de silencio.
Cabe destacar que en la ceremonia se recordó que el crucero Belgrano navegaba a 240 millas náuticas al sureste de Ushuaia, a unos dos días de viaje, cuando se produjo su hundimiento.
Finalmente, las autoridades y representantes de las diferentes instituciones, realizaron una ofrenda floral en conmemoración a las almas argentinas que perdieron su vida y resaltaron que "no debemos olvidar, a quienes dieron su vida por defender la Patria".
Estado de situación en el marco del conflicto
(Gentileza: CFIM Néstor BUENO, Jefe de prensa FAIA).- Culminaba ya el mes de abril de 1982, cuando al dar por fracasadas definitivamente las negociaciones propuestas en los términos de la Resolución 502, emanada del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e iniciadas ya las acciones británicas en las Georgias del Sur, comienza a inscribirse un nuevo y adverso capítulo tras los intentos de recuperación de un patrimonio perdido y añorado por casi un siglo y medio de historia argentina.
Ante ello, nuestra Flota de Mar (Fuerza de Tarea 79) que se había desplegado para contrarrestar un posible ataque sobre las islas Malvinas o el territorio continental, recibe la orden de levantar las restricciones para el empleo de las armas, alistándose a iniciar operaciones ofensivas.
Cabe destacar, que dicha maniobra de las fuerzas de superficie, se complementaba con tareas de exploración a cargo de unidades de la fuerza aeronaval con base en tierra y en el portaviones ARA "25 de mayo", por lo que una vez detectada la presencia de la flota enemiga en el marco del conflicto, las distintas unidades que conformaban la denominada F.T. 79, se aprestaron a cumplir con su cometido.
Entre ellas y bajo la denominación de Grupo de Tareas 79.3, el crucero ARA "Gral. Belgrano", acompañado por los destructores ARA "Piedra Buena" y ARA "Bouchard", se encontraba navegando en las inmediaciones de Isla de los Estados.
La misión del ARA "General Belgrano"
La misión asignada al Grupo de Tareas 79.3 era vasta y arriesgada, debiendo en términos generales: "Penetrar en la Zona de Exclusión a partir del 1 de mayo a 22.00 hs. a efectos de materializar una amenaza y comprobar medios de reacción, permaneciendo el mínimo tiempo necesario en el área y adoptando las medidas antisubmarinas posibles..."
El crucero ARA "Gral. Belgrano" tenía entonces 45 años de servicio, y pese a todos los recaudos que se habían tomado sobre sus distintos sistemas operativos, avanzaba hacia un enfrentamiento naval que implicaba riesgos ciertos. Emociona saber que estas circunstancias, que obraban en las mentes y los espíritus de todos y cada uno de sus tripulantes, no doblegaron jamás el convencimiento que había una realidad que enfrentar y que para ello, contaban sólo con dichos medios.
El hundimiento
Dados los tipos de amenazas más probables y basado en las instrucciones oportunamente establecidas, el comandante del crucero, capitán de navío D. Héctor Bonzo, había elaborado sus propias estrategias para lograr la máxima protección antiaérea y antisubmarina, manteniéndose en una faja al sur del archipiélago de Malvinas. Casi al finalizar el día 1 de mayo, recibió la orden de penetrar en la Zona de Exclusión fijada por el Reino Unido. Horas después, en la madrugada del 2 de mayo, llega un mensaje anulando dicha misiva, por lo que la nave vuelve a su posición inicial abandonando así el área de mayor conflicto.
Pero a las 15.45 hs. de ese mismo día, cuando el ARA "Gral. Belgrano" se hallaba a una 87 millas de Punta San Juan (Isla de los Estados), sin representar amenaza alguna para el enemigo, es atacado por el submarino nuclear HMS Conqueror. Recibió dos torpedos, el primero a la altura de la máquina de popa y el segundo en la proa, ocasionándole graves daños y una rápida inundación que provocó el hundimiento de la nave a las 17.05 hs.
A modo de corolario
De una tripulación de 1093 hombres, perdieron la vida 323 marinos, ya sea como consecuencia de los impactos, incendios, naufragio o permanencia en el mar, dadas las bajas temperaturas registradas es esa época del año.
Se recuperaron en total 38 balsas y los últimos salvamentos, en medio de una búsqueda desesperada, se efectivizaron luego de transcurridas casi 48 hs. desde el hundimiento.
Se recogieron 770 sobrevivientes; 25 tripulantes fallecieron en las balsas por el frío o las heridas recibidas y 298 se hundieron con su buque, el día 2 de mayo de 1982, siendo las 17.05 hs., en el Atlántico Sur.
En los anales de la Academia Nacional de la Historia, figura que la orden de hundir al crucero ARA "Gral Belgrano", impartida por el gobierno británico, agravó aún más las características del conflicto, alteró políticas y estrategias en curso y trastocó las intenciones de los planes de paz en marcha. Pero fundamentalmente, demostró al mundo que Gran Bretaña no trepidaba en arrojarse a la lucha con el máximo de su poderío y decisión, exponiendo que el período de crisis había finalizado y que no iba a cejar en su objetivo de recuperar el archipiélago, costara lo que costase.
Fuente: Tiempo Fueguino On Line
En horas de la tarde de ayer, se llevó a cabo el tradicional acto, a través del cual, las autoridades, los integrantes de las diferentes fuerzas de seguridad, los veteranos de la guerra de Malvinas y los tripulantes que sobrevivieron, recordaron el hundimiento del crucero ARA General Belgrano.
(03/05/2008) RIO GRANDE - En horas de la tarde de ayer, se llevó a cabo el tradicional acto, a través del cual, las autoridades, los integrantes de las diferentes fuerzas de seguridad, los veteranos de la guerra de Malvinas y los tripulantes que sobrevivieron, recuerdan el hundimiento del crucero ARA General Belgrano.
Pese a las inclemencias climáticas, la ceremonia se llevó a cabo en el paseo que lleva el nombre del crucero, ubicado en las intersecciones de la Avenida Santa Fe y Ushuaia, lugar en el cual no sólo se conmemoró y recordó a los valientes que dieron su vida, sino que también se efectuó el depósito de ofrendas florales en nombre de la Armada Argentina, del Gobierno de la Provincia, el municipio de Río Grande, y del cuerpo de concejales.
La emotiva ceremonia comenzó pasadas las 16 horas, -momento en el cual 26 años atrás era hundido el crucero Belgrano-, el cual fue presidido por la Gobernadora, Fabiana Ríos y el comandante de la Fuerza de Infantería de Marina Austral, capitán de navío Luis Cavotta; contándose además con la presencia del concejal a cargo de la intendencia, Gustavo Longhi y la parlamentaria local, Marisa Montero, la secretaria de Asuntos Sociales, Silvia Rosso; autoridades de Fuerzas Armadas y de seguridad; miembros del Centro de Veteranos de Guerra, y un nutrido grupo de sobrevivientes del crucero ARA Gral. Belgrano.
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional, el teniente de corbeta Mariano Nicolas Sánchez pronunció una alocución referente al hundimiento del crucero y el Padre Felicísimo Vicente realizó una invocación religiosa y se efectuó un toque de silencio.
Cabe destacar que en la ceremonia se recordó que el crucero Belgrano navegaba a 240 millas náuticas al sureste de Ushuaia, a unos dos días de viaje, cuando se produjo su hundimiento.
Finalmente, las autoridades y representantes de las diferentes instituciones, realizaron una ofrenda floral en conmemoración a las almas argentinas que perdieron su vida y resaltaron que "no debemos olvidar, a quienes dieron su vida por defender la Patria".
Estado de situación en el marco del conflicto
(Gentileza: CFIM Néstor BUENO, Jefe de prensa FAIA).- Culminaba ya el mes de abril de 1982, cuando al dar por fracasadas definitivamente las negociaciones propuestas en los términos de la Resolución 502, emanada del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e iniciadas ya las acciones británicas en las Georgias del Sur, comienza a inscribirse un nuevo y adverso capítulo tras los intentos de recuperación de un patrimonio perdido y añorado por casi un siglo y medio de historia argentina.
Ante ello, nuestra Flota de Mar (Fuerza de Tarea 79) que se había desplegado para contrarrestar un posible ataque sobre las islas Malvinas o el territorio continental, recibe la orden de levantar las restricciones para el empleo de las armas, alistándose a iniciar operaciones ofensivas.
Cabe destacar, que dicha maniobra de las fuerzas de superficie, se complementaba con tareas de exploración a cargo de unidades de la fuerza aeronaval con base en tierra y en el portaviones ARA "25 de mayo", por lo que una vez detectada la presencia de la flota enemiga en el marco del conflicto, las distintas unidades que conformaban la denominada F.T. 79, se aprestaron a cumplir con su cometido.
Entre ellas y bajo la denominación de Grupo de Tareas 79.3, el crucero ARA "Gral. Belgrano", acompañado por los destructores ARA "Piedra Buena" y ARA "Bouchard", se encontraba navegando en las inmediaciones de Isla de los Estados.
La misión del ARA "General Belgrano"
La misión asignada al Grupo de Tareas 79.3 era vasta y arriesgada, debiendo en términos generales: "Penetrar en la Zona de Exclusión a partir del 1 de mayo a 22.00 hs. a efectos de materializar una amenaza y comprobar medios de reacción, permaneciendo el mínimo tiempo necesario en el área y adoptando las medidas antisubmarinas posibles..."
El crucero ARA "Gral. Belgrano" tenía entonces 45 años de servicio, y pese a todos los recaudos que se habían tomado sobre sus distintos sistemas operativos, avanzaba hacia un enfrentamiento naval que implicaba riesgos ciertos. Emociona saber que estas circunstancias, que obraban en las mentes y los espíritus de todos y cada uno de sus tripulantes, no doblegaron jamás el convencimiento que había una realidad que enfrentar y que para ello, contaban sólo con dichos medios.
El hundimiento
Dados los tipos de amenazas más probables y basado en las instrucciones oportunamente establecidas, el comandante del crucero, capitán de navío D. Héctor Bonzo, había elaborado sus propias estrategias para lograr la máxima protección antiaérea y antisubmarina, manteniéndose en una faja al sur del archipiélago de Malvinas. Casi al finalizar el día 1 de mayo, recibió la orden de penetrar en la Zona de Exclusión fijada por el Reino Unido. Horas después, en la madrugada del 2 de mayo, llega un mensaje anulando dicha misiva, por lo que la nave vuelve a su posición inicial abandonando así el área de mayor conflicto.
Pero a las 15.45 hs. de ese mismo día, cuando el ARA "Gral. Belgrano" se hallaba a una 87 millas de Punta San Juan (Isla de los Estados), sin representar amenaza alguna para el enemigo, es atacado por el submarino nuclear HMS Conqueror. Recibió dos torpedos, el primero a la altura de la máquina de popa y el segundo en la proa, ocasionándole graves daños y una rápida inundación que provocó el hundimiento de la nave a las 17.05 hs.
A modo de corolario
De una tripulación de 1093 hombres, perdieron la vida 323 marinos, ya sea como consecuencia de los impactos, incendios, naufragio o permanencia en el mar, dadas las bajas temperaturas registradas es esa época del año.
Se recuperaron en total 38 balsas y los últimos salvamentos, en medio de una búsqueda desesperada, se efectivizaron luego de transcurridas casi 48 hs. desde el hundimiento.
Se recogieron 770 sobrevivientes; 25 tripulantes fallecieron en las balsas por el frío o las heridas recibidas y 298 se hundieron con su buque, el día 2 de mayo de 1982, siendo las 17.05 hs., en el Atlántico Sur.
En los anales de la Academia Nacional de la Historia, figura que la orden de hundir al crucero ARA "Gral Belgrano", impartida por el gobierno británico, agravó aún más las características del conflicto, alteró políticas y estrategias en curso y trastocó las intenciones de los planes de paz en marcha. Pero fundamentalmente, demostró al mundo que Gran Bretaña no trepidaba en arrojarse a la lucha con el máximo de su poderío y decisión, exponiendo que el período de crisis había finalizado y que no iba a cejar en su objetivo de recuperar el archipiélago, costara lo que costase.
Fuente: Tiempo Fueguino On Line
RECONOCIMIENTO DE LA ARMADA AL PERSONAL DE LA MARINA MERCANTE Y PREFECTURA NAVAL ARGENTINA CAÍDO EN LA GESTA DE MALVINAS.
Buenos Aires, 8 de mayo de 2008
BOLETIN INFORMATIVO N° 20
Mañana, viernes 9, a las 10 horas, frente al Cenotafio, ubicado dentro del predio que ocupa el Edificio "Libertad", se llevará a cabo una ceremonia en memoria del personal de la Marina Mercante y de la Prefectura Naval Argentina fallecido durante el conflicto bélico del Atlántico Sur.
El acto será presidido por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Jorge Omar Godoy y contará con la asistencia de otras altas autoridades navales, los titulares de la Prefectura Naval, y de las Escuelas Nacional de Náutica y Nacional Fluvial, delegaciones de los mencionados establecimientos educativos, miembros de entidades y organismos vinculados al sector marítimo y familiares de los marinos evocados.
Efectivos con Abanderado y Escoltas del Batallón de Seguridad de la sede de la Institución Naval, de la Prefectura Naval y de las Escuelas Nacional de Náutica y Fluvial y la Banda de Música de la Armada tendrán a su cargo la rendición de los honores correspondientes.
En primer término se entonarán las estrofas del Himno Nacional y luego pronunciará palabras alusivas el Secretario General Naval, Contraalmirante VGM Adalberto José Allovero.
Seguidamente el Capellán Mayor de la Armada, Presbítero Germán Carmona ofrecerá una invocación religiosa y por último se procederá a la colocación de ofrendas florales por parte de los organismos participantes, en tanto la Banda de Música ejecutará "Oración".
ROBERTO AUGUSTO ULLOA
CAPITÁN DE NAVIO VGM
JEFE
BOLETIN INFORMATIVO N° 20
Mañana, viernes 9, a las 10 horas, frente al Cenotafio, ubicado dentro del predio que ocupa el Edificio "Libertad", se llevará a cabo una ceremonia en memoria del personal de la Marina Mercante y de la Prefectura Naval Argentina fallecido durante el conflicto bélico del Atlántico Sur.
El acto será presidido por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Jorge Omar Godoy y contará con la asistencia de otras altas autoridades navales, los titulares de la Prefectura Naval, y de las Escuelas Nacional de Náutica y Nacional Fluvial, delegaciones de los mencionados establecimientos educativos, miembros de entidades y organismos vinculados al sector marítimo y familiares de los marinos evocados.
Efectivos con Abanderado y Escoltas del Batallón de Seguridad de la sede de la Institución Naval, de la Prefectura Naval y de las Escuelas Nacional de Náutica y Fluvial y la Banda de Música de la Armada tendrán a su cargo la rendición de los honores correspondientes.
En primer término se entonarán las estrofas del Himno Nacional y luego pronunciará palabras alusivas el Secretario General Naval, Contraalmirante VGM Adalberto José Allovero.
Seguidamente el Capellán Mayor de la Armada, Presbítero Germán Carmona ofrecerá una invocación religiosa y por último se procederá a la colocación de ofrendas florales por parte de los organismos participantes, en tanto la Banda de Música ejecutará "Oración".
ROBERTO AUGUSTO ULLOA
CAPITÁN DE NAVIO VGM
JEFE
ASI ATACAMOS AL NARWAL
Hoy se cumplen 26 años del ataque y hundimiento del buque pesquero “NARWAL”, uno de los pilotos británicos que participó del primer ataque, el teniente de patrulla Dave Morgan de la Royal Navy, nos da su versión del hecho.
Por: Oscar Filippi
Durante el Conflicto del Atlántico Sur, el buque pesquero argentino NARWAL participó activamente, dentro y fuera de la Zona de Exclusión Total impuesta por la Gran Bretaña alrededor de las Islas Malvinas, en tareas de inteligencia electrónica, visual y de comunicaciones, a favor de las Fuerzas Armadas Argentinas. Todos sus tripulantes, valientes civiles, pescadores de profesión, que aún sabiendo el riesgo que corrían, no dudaron en exponer sus vidas en esa difícil pero importante misión de guerra.
Hoy queremos presentar la versión de uno de los pilotos británicos que participó del primer ataque al buque pesquero “NARWAL” en la mañana de aquel 9 de Mayo de 1982. Se trata del teniente de patrulla Dave Morgan, del Escuadrón Aeronaval 801º a bordo del portaaviones HMS “INVENCIBLE”. Es un relato desapasionado, frío, como si la vida humana no hubiese estado en juego en tan dramático episodio.
El Relato
“… - Habían pasado ocho días desde el primera ataque al aeropuerto de Port Stanley (Puerto Argentino), ese día teníamos que repetir la misón, pero esta vez desde 18.000 pies (6.000 metros). Por entonces nos dedicábamos a hostigar a sus ocupantes; debíamos soltar las bombas sobre la pista. Pero se nos había ordenado cancelar la misión si la visibilidad no era óptima en la zona del blanco. No podíamos causar daños materiales ni víctimas en la población civil. Debíamos asegurarnos de no alcanzar la ciudad de Stanley.”
“Cuando llegamos sobre el blanco – continúa el teniente Morgan – las nubes cubrían completamente el aeropuerto y sus alrededores. Cancelamos el ataque y se nos reasignó para cumplir una misión de patrulla aérea de combate (PAC), seríamos dirigidos por el controlador radar del HMS “Coventry”, volaba en sección (dos aviones) con mi compañero “Gordie” (no identifica nombre ni rango). Nos alejamos a 18.000 pies, la artillería antiaérea de los argentinos había demostrado ser muy efectiva por debajo de esa altura - de hecho, mi avión fue alcanzado por munición de 20 mm el 1º de mayo - conecté mi radar y detecté un blanco en superficie (sobre el mar) a unas 60 millas al sudeste de Port Stanley, muy en el interior de la Zona de Exclusión Total. Informé al “Coventry” y pregunté si era uno de los nuestros. Contestaron que no y nos ordenaron investigar.”
“Volamos directo hacia el contacto – continúa relatando – descendimos a través de las nubes y emergimos a 500 pies (150 metros). Al acercarnos, constatamos que era un buque pesquero, un gran arrastrero por popa que llevaba rumbo oeste. Comunicamos la novedad y desde el “Coventry” se nos dijo que esperáramos.”
Era el Narwal
Hoy sabemos que ese contacto era el Buque Pesquero de bandera Argentina B/P “NARWAL”, sin armas, en tareas de inteligencia, tripulado por 24 bravos pescadores y su capitán es Alterio Wawata, el observador militar a bordo era, el entonces teniente de navío González Llanos.
El teniente de patrulla Dave Morgan, prosigue con su relato: “… - Esperamos un par de minutos orbitando el pesquero, hasta que desde el “Coventry” se nos ordenó: ¡Empeñen el blanco! Le comuniqué la orden a mi numeral, “Gordie”, quien me contestó: - Muy bien, voy primero, le disparo una ráfaga corta por la proa – Realizó la corrida de tiro, pero el pesquero continuó su marcha con rumbo oeste. “
Prosigue el teniente Morgan con su relato: “… - Todavía llevábamos la bomba de 1.000 libras (500 Kg) que deberíamos arrojar al mar debido a que no podíamos apontar en el portaaviones con ellas. Estaban calibradas para un ataque desde alta cota, con un retardo de siete segundos entre el lanzamiento y la activación de la espoleta. Ello quería decir que no tendrían tiempo de armarse si la arrojábamos en vuelo a baja altura, pero pensamos que nos daba lo mismo tirarlas sobre un buque argentino que en cualquier otra parte…” (sic)
Continúa con su frío relato: “… - Inicié mi corrida de bombardeo y la bomba, apuntada a la chimenea, cayó al mar junto al costado de estribor. Mi numeral siguió el ataque y su bomba cayó al costado de la banda de babor, cerca de la proa. Pero como esperábamos, todavía no se había armado y no explotó.”
“ – Como el arrastrero no detenía su marcha, - finaliza su relato el teniente Morgan - realizamos dos pasadas más, le disparamos más de 200 proyectiles de 30 mm cada uno, elegimos el sector del puente de mando y la zona de la sala de máquinas. La última pasada le obligó a parar máquinas, informamos de ello y madaron unos helicópteros Sea King con dotaciones de presa para capturarlo.”
Conclusiones
En este frío y desapasionado relato, el teniente de patrulla Dave Morgan omite algunos detalles, quizás porque la velocidad de la maniobra luego de lanzar la bomba para ascender y realizar una nueva “percha” para la pasada de ametrallamiento, le impidió ver que su bomba sí explotó, bastante cerca del través de la banda de estribor del “Narwal”, esa fue la explosión que el capitán Asterio Wagata, no identificó y que expresó que destruyó dos camarotes. La pasada de ametrallamiento, la dirigida a la sala de máquinas, es la que destruyó varias mesas del comedor de la tripulación y la que hirió de muerte al contramaestre del “Narwal”, Omar Rupp.
El “Narwal” recibió otros dos ataques aéreos esa mañana, uno alcanzó las balsas, sin que se produjeran más víctimas fatales, pero once tripulantes sufrieron heridas, en su mayoría por esquirlas, de la munición fragmentada o de fragmentos del buque al ser “cosido” a tiros.
Los tripulantes fueron capturados y transferidos al HMS “Invencible”, este portaaviones fue atacado el día 30 de Mayo por una escuadrilla de aviones A-4C de la Fuerza Aérea Argentina, reforzada por una sección de aviones Super Etendart de la Aviación Naval que lanzaron un misil Exocet. El portaaviones, pese al secreto inglés, fue alcanzado y seriamente averiado. Hoy casi se puede afirmar que fue hundido. Sólo falta que Gran Bretaña explique, si se fabricaron tres de esos portaaviones (Clase Invincible), ¿porqué hoy sólo podemos contar dos en su inventario, por más que uno de ellos siga llevando el mismo nombre?
Por: Oscar Filippi
Durante el Conflicto del Atlántico Sur, el buque pesquero argentino NARWAL participó activamente, dentro y fuera de la Zona de Exclusión Total impuesta por la Gran Bretaña alrededor de las Islas Malvinas, en tareas de inteligencia electrónica, visual y de comunicaciones, a favor de las Fuerzas Armadas Argentinas. Todos sus tripulantes, valientes civiles, pescadores de profesión, que aún sabiendo el riesgo que corrían, no dudaron en exponer sus vidas en esa difícil pero importante misión de guerra.
Hoy queremos presentar la versión de uno de los pilotos británicos que participó del primer ataque al buque pesquero “NARWAL” en la mañana de aquel 9 de Mayo de 1982. Se trata del teniente de patrulla Dave Morgan, del Escuadrón Aeronaval 801º a bordo del portaaviones HMS “INVENCIBLE”. Es un relato desapasionado, frío, como si la vida humana no hubiese estado en juego en tan dramático episodio.
El Relato
“… - Habían pasado ocho días desde el primera ataque al aeropuerto de Port Stanley (Puerto Argentino), ese día teníamos que repetir la misón, pero esta vez desde 18.000 pies (6.000 metros). Por entonces nos dedicábamos a hostigar a sus ocupantes; debíamos soltar las bombas sobre la pista. Pero se nos había ordenado cancelar la misión si la visibilidad no era óptima en la zona del blanco. No podíamos causar daños materiales ni víctimas en la población civil. Debíamos asegurarnos de no alcanzar la ciudad de Stanley.”
“Cuando llegamos sobre el blanco – continúa el teniente Morgan – las nubes cubrían completamente el aeropuerto y sus alrededores. Cancelamos el ataque y se nos reasignó para cumplir una misión de patrulla aérea de combate (PAC), seríamos dirigidos por el controlador radar del HMS “Coventry”, volaba en sección (dos aviones) con mi compañero “Gordie” (no identifica nombre ni rango). Nos alejamos a 18.000 pies, la artillería antiaérea de los argentinos había demostrado ser muy efectiva por debajo de esa altura - de hecho, mi avión fue alcanzado por munición de 20 mm el 1º de mayo - conecté mi radar y detecté un blanco en superficie (sobre el mar) a unas 60 millas al sudeste de Port Stanley, muy en el interior de la Zona de Exclusión Total. Informé al “Coventry” y pregunté si era uno de los nuestros. Contestaron que no y nos ordenaron investigar.”
“Volamos directo hacia el contacto – continúa relatando – descendimos a través de las nubes y emergimos a 500 pies (150 metros). Al acercarnos, constatamos que era un buque pesquero, un gran arrastrero por popa que llevaba rumbo oeste. Comunicamos la novedad y desde el “Coventry” se nos dijo que esperáramos.”
Era el Narwal
Hoy sabemos que ese contacto era el Buque Pesquero de bandera Argentina B/P “NARWAL”, sin armas, en tareas de inteligencia, tripulado por 24 bravos pescadores y su capitán es Alterio Wawata, el observador militar a bordo era, el entonces teniente de navío González Llanos.
El teniente de patrulla Dave Morgan, prosigue con su relato: “… - Esperamos un par de minutos orbitando el pesquero, hasta que desde el “Coventry” se nos ordenó: ¡Empeñen el blanco! Le comuniqué la orden a mi numeral, “Gordie”, quien me contestó: - Muy bien, voy primero, le disparo una ráfaga corta por la proa – Realizó la corrida de tiro, pero el pesquero continuó su marcha con rumbo oeste. “
Prosigue el teniente Morgan con su relato: “… - Todavía llevábamos la bomba de 1.000 libras (500 Kg) que deberíamos arrojar al mar debido a que no podíamos apontar en el portaaviones con ellas. Estaban calibradas para un ataque desde alta cota, con un retardo de siete segundos entre el lanzamiento y la activación de la espoleta. Ello quería decir que no tendrían tiempo de armarse si la arrojábamos en vuelo a baja altura, pero pensamos que nos daba lo mismo tirarlas sobre un buque argentino que en cualquier otra parte…” (sic)
Continúa con su frío relato: “… - Inicié mi corrida de bombardeo y la bomba, apuntada a la chimenea, cayó al mar junto al costado de estribor. Mi numeral siguió el ataque y su bomba cayó al costado de la banda de babor, cerca de la proa. Pero como esperábamos, todavía no se había armado y no explotó.”
“ – Como el arrastrero no detenía su marcha, - finaliza su relato el teniente Morgan - realizamos dos pasadas más, le disparamos más de 200 proyectiles de 30 mm cada uno, elegimos el sector del puente de mando y la zona de la sala de máquinas. La última pasada le obligó a parar máquinas, informamos de ello y madaron unos helicópteros Sea King con dotaciones de presa para capturarlo.”
Conclusiones
En este frío y desapasionado relato, el teniente de patrulla Dave Morgan omite algunos detalles, quizás porque la velocidad de la maniobra luego de lanzar la bomba para ascender y realizar una nueva “percha” para la pasada de ametrallamiento, le impidió ver que su bomba sí explotó, bastante cerca del través de la banda de estribor del “Narwal”, esa fue la explosión que el capitán Asterio Wagata, no identificó y que expresó que destruyó dos camarotes. La pasada de ametrallamiento, la dirigida a la sala de máquinas, es la que destruyó varias mesas del comedor de la tripulación y la que hirió de muerte al contramaestre del “Narwal”, Omar Rupp.
El “Narwal” recibió otros dos ataques aéreos esa mañana, uno alcanzó las balsas, sin que se produjeran más víctimas fatales, pero once tripulantes sufrieron heridas, en su mayoría por esquirlas, de la munición fragmentada o de fragmentos del buque al ser “cosido” a tiros.
Los tripulantes fueron capturados y transferidos al HMS “Invencible”, este portaaviones fue atacado el día 30 de Mayo por una escuadrilla de aviones A-4C de la Fuerza Aérea Argentina, reforzada por una sección de aviones Super Etendart de la Aviación Naval que lanzaron un misil Exocet. El portaaviones, pese al secreto inglés, fue alcanzado y seriamente averiado. Hoy casi se puede afirmar que fue hundido. Sólo falta que Gran Bretaña explique, si se fabricaron tres de esos portaaviones (Clase Invincible), ¿porqué hoy sólo podemos contar dos en su inventario, por más que uno de ellos siga llevando el mismo nombre?
Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
martin_otero escribió:Los tripulantes fueron capturados y transferidos al HMS “Invencible”, este portaaviones fue atacado el día 30 de Mayo por una escuadrilla de aviones A-4C de la Fuerza Aérea Argentina, reforzada por una sección de aviones Super Etendart de la Aviación Naval que lanzaron un misil Exocet. El portaaviones, pese al secreto inglés, fue alcanzado y seriamente averiado. Hoy casi se puede afirmar que fue hundido. Sólo falta que Gran Bretaña explique, si se fabricaron tres de esos portaaviones (Clase Invincible), ¿porqué hoy sólo podemos contar dos en su inventario, por más que uno de ellos siga llevando el mismo nombre?
Muy, muy, pero MUY poco serio....
Saludos!
mozalbete_irascible- Cabo Primero
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Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
que paso Martin??... que paso Oscar???
tanoarg- Admin
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Fecha de inscripción : 23/01/2008
Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
Tano, subí la nota tal cual me la pasó Oscar.
Cómo me lavo las manos....
Cómo me lavo las manos....
Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
hay Martin!!!, deci que Juan (sue203) siente afecto por vos... sino, te estaria tirando con los cañones de navarone
un abrazo
pd:dale Martin!!, deci la posta!!, vos cambiaste la nota porque tenias simpatias con el ingeniero
un abrazo
pd:dale Martin!!, deci la posta!!, vos cambiaste la nota porque tenias simpatias con el ingeniero
tanoarg- Admin
- Cantidad de envíos : 254
Localización : Argentina
Fecha de inscripción : 23/01/2008
Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
La verdad es que me parece muy poco feliz la frase del cte de la Fuerza de submarinos :
Tras admitir que "durante nuestra vida militar son muchas las horas que utilizamos para prepararnos para lo que puede aparecer como una lejana posibilidad de combate" sostuvo que "cuando las circunstancias históricas nos presentan la necesidad de llevar a la práctica la instrucción recibida, es cuando se ve la grandeza de las almas que, sin titubear, aceptan el desafío de arriesgar sus vidas en el cumplimiento de una misión impuesta por superior designio y sin consulta previa".
no se, habria que leer el texto completo, pero la primera parte casi no tiene sentido, y la segunda:
el cumplimiento de una misión impuesta por superior designio y sin consulta previa".
que otra cosa puede ser una mision militar?
una mision impuesta por la marineria y resuelta previamente por consulta popular?
Martín Pecador,
El texto completo está acá:
http://www.elsnorkel.com/web/index.php?option=com_content&task=view&id=1143&Itemid=113
No saquemos de contexto las frases. Este discurso fue dicho frente a los veteranos, familiares y amigos con todo el respeto debido. En ningún momento el Capitán Grunschlager se refirió a consultas populares u otra tontera como sugerís sino que simplemente remarcó y recordó a los presentes cuál es la escencia de la misión militar. Como bien sabemos no todos mostraron "la grandeza de las almas" en ese momento ni honraron todo ese entrenamiento previo... No te olvides en qué condiciones fueron a combatir. Destacar el hecho de la no "consulta previa" creo que podría ser una sutil referencia a que ninguno de los submarinos estaba en condiciones objetivas de combatir efectivamente al enemigo, cosa que bien sabían perfectmente los submarinistas y sin embargo: allá fueron.
Otro discurso que vale la pena leer (del CHIEF de la Fuerza de Submarinos, Suboficial Mayor Veterano Malvinas Carlos Gonzales):
http://www.elsnorkel.com/web/index.php?option=com_content&task=view&id=1144&Itemid=113
Gerwalk- Cabo Principal
- Cantidad de envíos : 126
Fecha de inscripción : 11/02/2008
Condecoran en Salta a 200 veteranos de Malvinas
Día de la Armada
15-5-2008 | La ceremonia se realizará frente al monumento 20 de Febrero de la capital.
SALTA - Más de 200 veteranos de la guerra de Malvinas residentes en Salta recibirán el viernes la condecoración “Operaciones en Combate”, durante una ceremonia que conmemorará el Día de la Armada en la capital provincial.
El acto se realizará en la plazoleta “Armada Argentina”, frente al monumento 20 de Febrero, a las 11.
Participarán el director de Educación Naval, contralmirante Álvaro Martínez; autoridades de los gobiernos Provincial y Municipal, de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Fuente: Gaceta Marinera
15-5-2008 | La ceremonia se realizará frente al monumento 20 de Febrero de la capital.
SALTA - Más de 200 veteranos de la guerra de Malvinas residentes en Salta recibirán el viernes la condecoración “Operaciones en Combate”, durante una ceremonia que conmemorará el Día de la Armada en la capital provincial.
El acto se realizará en la plazoleta “Armada Argentina”, frente al monumento 20 de Febrero, a las 11.
Participarán el director de Educación Naval, contralmirante Álvaro Martínez; autoridades de los gobiernos Provincial y Municipal, de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Fuente: Gaceta Marinera
Compromiso de honor
Compromiso de honor
Con emoción y renovado compromiso, la Comunidad Marítima Argentina se volverá a congregar esta mañana, como todos los años, para testimoniar su homenaje a sus Marinos Mercantes caídos en la gesta de Malvinas, hace 26 años.
(FNM) La cita, por convocatoria de la Armada, tendrá lugar en los jardines del Edificio “Libertad”, frente al cenotafio que guarda la memoria de todos los hombres de mar muertos durante aquellas heroicas jornadas.
Como se recordará, la fecha coincide con las vísperas de un nuevo aniversario del hundimiento del Transporte “Isla de los Estados”, acción en la que dieron su vida quince de los dieciséis marinos mercantes fallecidos durante el transcurso del conflicto.
Aquella noche del 10 de Mayo de 1982, y mientras cumplía con una de tantas misiones de transporte, el buque fue iluminado y atacado por la fragata británica “Alacrity” en las proximidades de Puerto Howard. Las maniobras evasivas no impidieron que recibiera varios impactos de cañón, que en contacto con su carga de munición y combustible para aviones lo hicieron volar en pedazos, provocando su rápido hundimiento.
El "Isla de los Estados" explotó y desapareció junto con casi toda su tripulación en pocos minutos. Quince Marinos Mercantes incluido su Capitán, además de miembros del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Prefectura Naval, perdieron su vida tras esa gigante explosión. Sólo 2 tripulantes pudieron llegar con vida hasta la costa.
Otros dos buques mercantes, el “Narwal” y el “Río Carcarañá” fueron hundidos durante la guerra. Varios otros fueron atacados y dañados. En todos - cargueros, petroleros, pesqueros y auxiliares- tuvieron nuestros Marinos Mercantes una decisiva intervención, cumpliendo con pericia y valor las tareas complejas y cruciales que el apoyo logístico demandó.
NUESTROMAR adhiere a este homenaje, y recuerda a estos bravos y abnegados HOMBRES DE MAR, muertos en combate:
Capitán de Ultramar Tulio Néstor Panigadi
Capitán de Ultramar Jorge Esteban Bottaro
Piloto de Ultramar Jorge Nicolás Politis
Maquinista Naval Miguel Aguirre
Maquinista Naval Alejandro Omar Cuevas
Contramaestre Omar Alberto Rupp
Contramaestre Benito Horacio Ibáñez
Cabo de Marina Jorge Alfredo Bollero
Marinero Manuel Oliveira
Marinero Antonio Máximo Cayo
Marinero Antonio Manuel Lima
1º Electricista Pedro Antonio Mendieta
1º Mecánico Enrique Joaquín Hudepohl
1º Cabo Omar Héctor Mina
1º Cocinero Rafael Luzardo
Mayordomo Néstor Omar Sandoval
09/05/08
NUESTROMAR
Con emoción y renovado compromiso, la Comunidad Marítima Argentina se volverá a congregar esta mañana, como todos los años, para testimoniar su homenaje a sus Marinos Mercantes caídos en la gesta de Malvinas, hace 26 años.
(FNM) La cita, por convocatoria de la Armada, tendrá lugar en los jardines del Edificio “Libertad”, frente al cenotafio que guarda la memoria de todos los hombres de mar muertos durante aquellas heroicas jornadas.
Como se recordará, la fecha coincide con las vísperas de un nuevo aniversario del hundimiento del Transporte “Isla de los Estados”, acción en la que dieron su vida quince de los dieciséis marinos mercantes fallecidos durante el transcurso del conflicto.
Aquella noche del 10 de Mayo de 1982, y mientras cumplía con una de tantas misiones de transporte, el buque fue iluminado y atacado por la fragata británica “Alacrity” en las proximidades de Puerto Howard. Las maniobras evasivas no impidieron que recibiera varios impactos de cañón, que en contacto con su carga de munición y combustible para aviones lo hicieron volar en pedazos, provocando su rápido hundimiento.
El "Isla de los Estados" explotó y desapareció junto con casi toda su tripulación en pocos minutos. Quince Marinos Mercantes incluido su Capitán, además de miembros del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Prefectura Naval, perdieron su vida tras esa gigante explosión. Sólo 2 tripulantes pudieron llegar con vida hasta la costa.
Otros dos buques mercantes, el “Narwal” y el “Río Carcarañá” fueron hundidos durante la guerra. Varios otros fueron atacados y dañados. En todos - cargueros, petroleros, pesqueros y auxiliares- tuvieron nuestros Marinos Mercantes una decisiva intervención, cumpliendo con pericia y valor las tareas complejas y cruciales que el apoyo logístico demandó.
NUESTROMAR adhiere a este homenaje, y recuerda a estos bravos y abnegados HOMBRES DE MAR, muertos en combate:
Capitán de Ultramar Tulio Néstor Panigadi
Capitán de Ultramar Jorge Esteban Bottaro
Piloto de Ultramar Jorge Nicolás Politis
Maquinista Naval Miguel Aguirre
Maquinista Naval Alejandro Omar Cuevas
Contramaestre Omar Alberto Rupp
Contramaestre Benito Horacio Ibáñez
Cabo de Marina Jorge Alfredo Bollero
Marinero Manuel Oliveira
Marinero Antonio Máximo Cayo
Marinero Antonio Manuel Lima
1º Electricista Pedro Antonio Mendieta
1º Mecánico Enrique Joaquín Hudepohl
1º Cabo Omar Héctor Mina
1º Cocinero Rafael Luzardo
Mayordomo Néstor Omar Sandoval
09/05/08
NUESTROMAR
En homenaje al TN Marcelo MARQUEZ
1982 – 21 de Mayo - 2008
Los Aviadores Civiles de Mar del Plata
En homenaje al TN Marcelo MARQUEZ
Oscar Filippi: Corresponsal Naval A.R.A.
Los Aviadores Navales son, por los medios que tripulan, marinos que vuelan, guerreros modernos de la Armada Argentina y herederos legítimos del legado Browniano. Nuestros Aviadores Navales, junto a los de la Fuerza Aérea, el Ejército, la Prefectura Naval y los aviadores civiles, fueron los cinco dedos de una mano, que juntos y fuertemente cerrados, se convirtieron en el puño que la Nación Argentina blandió en el aire para mostrar al mundo, nuestros indeclinables derechos soberanos sobre las Islas Malvinas.
Sus acciones sobre los cielos de Malvinas en aquellos días de 1982, asombraron al mundo. Su profesionalismo, su arrojo y entrega, fueron el firme mensaje de la determinación soberana argentina. A tal punto que, el General de la Aviación Francesa Pierre Clostermann, quien derribara 33 aparatos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, escribió una carta en la que demostraba su admiración por las proezas, coraje y valentía de los aviadores de combate argentinos. Esta carta finalizaba diciendo: "… hay de este mundo que sólo cree en aquellas causas en las que sus protagonistas se hacen matar por ellas."
Hoy queremos evocar a uno de esos protagonistas que entregó su vida por esta causa, el Teniente de Navío (post mortem) Aviador Naval, Marcelo Gustavo Márquez.
El 21 de Mayo de 1982, dos secciones reforzadas de la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, integradas por el Capitán de Corbeta Alberto Jorge Philippi, Teniente de Fragata Marcelo Gustavo Márquez, Teniente de Navío José César Arca, Teniente de Navío Benito Italo Rotolo, Teniente de Navío Carlos Alberto Lecour y Teniente de Navío Roberto Gerardo Sylvester atacan unidades de superficie británicas estacionadas en el estrecho de San Carlos, hundiendo a la fragata H.M.S. "Ardent". Los aviones pertenecientes a los tres primeros pilotos son derribados por aviones "Harrier" ingleses que escoltaban al buque, falleciendo el Teniente de Fragata Marcelo Gustavo Márquez.
Pero no queremos en este artículo, evocar la ausencia del Teniente Márquez. Queremos evocar su presencia. A partir de hoy, su nombre en letras de bronce impreso, forma parte también de la Base Naval Mar del Plata.
En el desempeño de nuestra actividad como aviadores civiles, fue que tuvimos la oportunidad de conocerlo primero y disfrutar de su amistad en el poco tiempo que las circunstancias de la historia nos lo permitió.
A sus relevantes capacidades profesionales se anteponía siempre su gran valor como ser humano y persona de bien. Del trato diario, puedo asegurar, que a Marcelo Márquez lo acompañaban las dos virtudes que solo acompañan a los Grandes… la humildad y la generosidad.
Humildad que le permitía descender de la cabina de un caza reactor de altas prestaciones y sentarse junto a nosotros en la cabina de un avión civil.
Generosidad para contestar las mil y una preguntas que su presencia profesional provocaba y para ayudarnos a pulir una maniobra de vuelo. De mirada segura y sonrisa cómplice, cuando aún, fuera del programa, nos enseñó a volar y evolucionar en perfecta formación cerrada.
Generosidad que quedaría demostrada en su último acto de servicio, advirtiendo a sus dos camaradas del ataque inminente.
Educado en el crisol de una familia cuyos principios en el amor, la rectitud moral, el sacrificio y el progreso en el trabajo digno, forjaron en él, valores de carácter que se afirmarían aún más con su formación profesional.
Para quienes tuvimos la dicha de acompañar a nuestros hijos, en su ingreso a la Escuela Naval Militar, recorriendo con ellos sus instalaciones, vimos con orgullo que el embarcadero lleva su nombre, la foto de Marcelo está a la entrada del Gimnasio. En ese gran Instituto de formación están inscriptos sus méritos académicos y sus logros deportivos. Integrante destacado del Equipo de Vela, aprendió desde el principio a dominar el viento, pero quería más, quería dominar el cielo mismo. Marcelo Márquez sigue estando en la misma Escuela Naval, es farol y guía de las nuevas promociones de oficiales.
Así como brilló con mérito académico en sus estudios, se destacó como oficial del comando naval. A tal punto que su distinguido desempeño, casi le impide el ingreso a la Escuela de Aviación Naval, la Flota de Mar lo requería también como oficial de operaciones. Sólo su carácter y determinación por el objetivo completo de su vocación, le permitieron ser, lo que el quería ser… AVIADOR NAVAL.
Gracias al espíritu aeronaval de los integrantes del Aero Club Mar del Plata, desde 1987, el avión A-4Q SKYHAWK, que en réplica perpetúa su memoria, se mantiene como ejemplo de valor y profesionalismo de nuestros hombres de la Aviación Naval, a todos los jóvenes que año tras año llegan con la misma vocación de elevarse que forjó el espíritu del Teniente de Navío Marcelo Gustavo Márquez.
Esa es su presencia en la Base Naval Mar del Plata. El ejemplo, para los cabos, los suboficiales y oficiales más modernos. El nos demostró que la Vocación Naval es elevarse cada día, personal y profesionalmente. Sólo así se alcanza a completar la verdadera vocación militar, que no es otra cosa más, que la SUBLIME VOCACIÓN DE SERVICIO A LA PATRIA…
Como la del Teniente de Navío MARCELO GUSTAVO MARQUEZ.
Todo lo expuesto es lo que nos permite afirmar que no cayó, sigue en vuelo, como guardián eterno de una guerra inconclusa. No vencido, con el mismo pabellón pintado en la deriva, con las mismas anclas, aun brillando en sus alas.
El 21 de Mayo de 1982
En 1982, los Aviadores Navales, al igual que en 1814, con escasos medios, pero con determinación y valor, luchando contra un enemigo muy superior, escribieron una nueva página de gloria en la Historia Naval Argentina.
Es evidente que no cayeron en vano, mostraron al mundo la determinación por una causa justa, el profesionalismo y coraje personal para recuperar lo que es nuestro.
El propio Comandante de la Fuerza de Tareas británica, el Almirante Sandy Woodward, en su libro titulado "100 días" escribió: "… Cuando la aviación Argentina estaba en el aire, todo lo que estaba en el agua y era inglés, estaba en peligro."
La Tercera Aeronaval De Caza y Ataque
Por aquel año de 1982, esta Escuadrilla estaba equipada con aviones Douglas A-4Q Skyhawk que habían sido incorporados a la Armada Argentina a principios de la década del 70 y tenían su asiento permanente en la Base Aeronaval de Comandante Espora (BACE), Bahía Blanca. Pocos días antes del 2 de Abril de 1982, la unidad recibió la orden de apoyar con sus aviones A-4Q la recuperación de las Islas Malvinas, operando a bordo del portaaviones "PAL (V-2) ARA 25 de Mayo". Esta tarea la cumplió sin tener que entrar en acción y al regreso, en su base de asiento (BACE) inició el alistamiento de aviones y tripulaciones para las operaciones de combate que ya se mostraban inminentes.
A comienzos de mayo del 82 y ante el cambio en la situación táctica, la escuadrilla se trasladó para operar desde las bases en tierra del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS). La Tercera Escuadrilla de Caza y Ataque contaba para ese entonces, con solo ocho (8) aviones y doce (12) pilotos, su Comandante era el Capitán de Corbeta Rodolfo Castro Fox.
La Escuadrilla tendría su bautismo de fuego el 21 de Mayo y realizó su último ataque el 12 de junio, cumpliendo un total de treinta y nueve salidas de combate. Durante las acciones en las que se vio empeñada fueron derribados tres aviones A-4Q por acción de los "Sea Harrier" de la Royal Navy. Así perdió la vida el teniente de fragata Marcelo Gustavo Márquez, luego de atacar con éxito a la fragata HMS "Ardent" y falleció el segundo comandante de la escuadrilla capitán de corbeta Carlos María Zubizarreta, al accidentarse en la Base Aeronaval de Río Grande (Tierra del Fuego) al regresar de una misión de ataque al destructor HMS "Antrim".
A esta "pequeña" unidad de combate se le atribuye el hundimiento de dos fragatas "Tipo 21" (HMS Ardent y HMS Antílope") y averías graves a un destructor "Tipo County" (HMS Antrim), daños realmente desproporcionados por su magnitud, en relación a los escasos medios empeñados.
ORACION A NUESTROS AVIADORES
Señor, guarda y guía
a nuestros hombres que vuelan
en el inmenso espacio de tu cielo.
Señor, ve siempre en el aire con ellos,
guíalos a través de las oscuras tormentas
y entre la brillante luz del Sol.
Señor, escúchanos al elevar esta plegaria,
oramos por aquellos que defienden este cielo.
Por aquellos pioneros que nos enseñaron
que hay caminos en tu cielo
y en su temprano intento,
plegaron para siempre sus alas.
Señor, te pedimos la fuerza del recuerdo,
por nuestros camaradas y hermanos
que defendiendo nuestro mar y nuestro suelo,
cayeron para siempre desde el cielo Malvinero.
Los Aviadores Civiles de Mar del Plata
En homenaje al TN Marcelo MARQUEZ
Oscar Filippi: Corresponsal Naval A.R.A.
Los Aviadores Navales son, por los medios que tripulan, marinos que vuelan, guerreros modernos de la Armada Argentina y herederos legítimos del legado Browniano. Nuestros Aviadores Navales, junto a los de la Fuerza Aérea, el Ejército, la Prefectura Naval y los aviadores civiles, fueron los cinco dedos de una mano, que juntos y fuertemente cerrados, se convirtieron en el puño que la Nación Argentina blandió en el aire para mostrar al mundo, nuestros indeclinables derechos soberanos sobre las Islas Malvinas.
Sus acciones sobre los cielos de Malvinas en aquellos días de 1982, asombraron al mundo. Su profesionalismo, su arrojo y entrega, fueron el firme mensaje de la determinación soberana argentina. A tal punto que, el General de la Aviación Francesa Pierre Clostermann, quien derribara 33 aparatos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, escribió una carta en la que demostraba su admiración por las proezas, coraje y valentía de los aviadores de combate argentinos. Esta carta finalizaba diciendo: "… hay de este mundo que sólo cree en aquellas causas en las que sus protagonistas se hacen matar por ellas."
Hoy queremos evocar a uno de esos protagonistas que entregó su vida por esta causa, el Teniente de Navío (post mortem) Aviador Naval, Marcelo Gustavo Márquez.
El 21 de Mayo de 1982, dos secciones reforzadas de la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, integradas por el Capitán de Corbeta Alberto Jorge Philippi, Teniente de Fragata Marcelo Gustavo Márquez, Teniente de Navío José César Arca, Teniente de Navío Benito Italo Rotolo, Teniente de Navío Carlos Alberto Lecour y Teniente de Navío Roberto Gerardo Sylvester atacan unidades de superficie británicas estacionadas en el estrecho de San Carlos, hundiendo a la fragata H.M.S. "Ardent". Los aviones pertenecientes a los tres primeros pilotos son derribados por aviones "Harrier" ingleses que escoltaban al buque, falleciendo el Teniente de Fragata Marcelo Gustavo Márquez.
Pero no queremos en este artículo, evocar la ausencia del Teniente Márquez. Queremos evocar su presencia. A partir de hoy, su nombre en letras de bronce impreso, forma parte también de la Base Naval Mar del Plata.
En el desempeño de nuestra actividad como aviadores civiles, fue que tuvimos la oportunidad de conocerlo primero y disfrutar de su amistad en el poco tiempo que las circunstancias de la historia nos lo permitió.
A sus relevantes capacidades profesionales se anteponía siempre su gran valor como ser humano y persona de bien. Del trato diario, puedo asegurar, que a Marcelo Márquez lo acompañaban las dos virtudes que solo acompañan a los Grandes… la humildad y la generosidad.
Humildad que le permitía descender de la cabina de un caza reactor de altas prestaciones y sentarse junto a nosotros en la cabina de un avión civil.
Generosidad para contestar las mil y una preguntas que su presencia profesional provocaba y para ayudarnos a pulir una maniobra de vuelo. De mirada segura y sonrisa cómplice, cuando aún, fuera del programa, nos enseñó a volar y evolucionar en perfecta formación cerrada.
Generosidad que quedaría demostrada en su último acto de servicio, advirtiendo a sus dos camaradas del ataque inminente.
Educado en el crisol de una familia cuyos principios en el amor, la rectitud moral, el sacrificio y el progreso en el trabajo digno, forjaron en él, valores de carácter que se afirmarían aún más con su formación profesional.
Para quienes tuvimos la dicha de acompañar a nuestros hijos, en su ingreso a la Escuela Naval Militar, recorriendo con ellos sus instalaciones, vimos con orgullo que el embarcadero lleva su nombre, la foto de Marcelo está a la entrada del Gimnasio. En ese gran Instituto de formación están inscriptos sus méritos académicos y sus logros deportivos. Integrante destacado del Equipo de Vela, aprendió desde el principio a dominar el viento, pero quería más, quería dominar el cielo mismo. Marcelo Márquez sigue estando en la misma Escuela Naval, es farol y guía de las nuevas promociones de oficiales.
Así como brilló con mérito académico en sus estudios, se destacó como oficial del comando naval. A tal punto que su distinguido desempeño, casi le impide el ingreso a la Escuela de Aviación Naval, la Flota de Mar lo requería también como oficial de operaciones. Sólo su carácter y determinación por el objetivo completo de su vocación, le permitieron ser, lo que el quería ser… AVIADOR NAVAL.
Gracias al espíritu aeronaval de los integrantes del Aero Club Mar del Plata, desde 1987, el avión A-4Q SKYHAWK, que en réplica perpetúa su memoria, se mantiene como ejemplo de valor y profesionalismo de nuestros hombres de la Aviación Naval, a todos los jóvenes que año tras año llegan con la misma vocación de elevarse que forjó el espíritu del Teniente de Navío Marcelo Gustavo Márquez.
Esa es su presencia en la Base Naval Mar del Plata. El ejemplo, para los cabos, los suboficiales y oficiales más modernos. El nos demostró que la Vocación Naval es elevarse cada día, personal y profesionalmente. Sólo así se alcanza a completar la verdadera vocación militar, que no es otra cosa más, que la SUBLIME VOCACIÓN DE SERVICIO A LA PATRIA…
Como la del Teniente de Navío MARCELO GUSTAVO MARQUEZ.
Todo lo expuesto es lo que nos permite afirmar que no cayó, sigue en vuelo, como guardián eterno de una guerra inconclusa. No vencido, con el mismo pabellón pintado en la deriva, con las mismas anclas, aun brillando en sus alas.
El 21 de Mayo de 1982
En 1982, los Aviadores Navales, al igual que en 1814, con escasos medios, pero con determinación y valor, luchando contra un enemigo muy superior, escribieron una nueva página de gloria en la Historia Naval Argentina.
Es evidente que no cayeron en vano, mostraron al mundo la determinación por una causa justa, el profesionalismo y coraje personal para recuperar lo que es nuestro.
El propio Comandante de la Fuerza de Tareas británica, el Almirante Sandy Woodward, en su libro titulado "100 días" escribió: "… Cuando la aviación Argentina estaba en el aire, todo lo que estaba en el agua y era inglés, estaba en peligro."
La Tercera Aeronaval De Caza y Ataque
Por aquel año de 1982, esta Escuadrilla estaba equipada con aviones Douglas A-4Q Skyhawk que habían sido incorporados a la Armada Argentina a principios de la década del 70 y tenían su asiento permanente en la Base Aeronaval de Comandante Espora (BACE), Bahía Blanca. Pocos días antes del 2 de Abril de 1982, la unidad recibió la orden de apoyar con sus aviones A-4Q la recuperación de las Islas Malvinas, operando a bordo del portaaviones "PAL (V-2) ARA 25 de Mayo". Esta tarea la cumplió sin tener que entrar en acción y al regreso, en su base de asiento (BACE) inició el alistamiento de aviones y tripulaciones para las operaciones de combate que ya se mostraban inminentes.
A comienzos de mayo del 82 y ante el cambio en la situación táctica, la escuadrilla se trasladó para operar desde las bases en tierra del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS). La Tercera Escuadrilla de Caza y Ataque contaba para ese entonces, con solo ocho (8) aviones y doce (12) pilotos, su Comandante era el Capitán de Corbeta Rodolfo Castro Fox.
La Escuadrilla tendría su bautismo de fuego el 21 de Mayo y realizó su último ataque el 12 de junio, cumpliendo un total de treinta y nueve salidas de combate. Durante las acciones en las que se vio empeñada fueron derribados tres aviones A-4Q por acción de los "Sea Harrier" de la Royal Navy. Así perdió la vida el teniente de fragata Marcelo Gustavo Márquez, luego de atacar con éxito a la fragata HMS "Ardent" y falleció el segundo comandante de la escuadrilla capitán de corbeta Carlos María Zubizarreta, al accidentarse en la Base Aeronaval de Río Grande (Tierra del Fuego) al regresar de una misión de ataque al destructor HMS "Antrim".
A esta "pequeña" unidad de combate se le atribuye el hundimiento de dos fragatas "Tipo 21" (HMS Ardent y HMS Antílope") y averías graves a un destructor "Tipo County" (HMS Antrim), daños realmente desproporcionados por su magnitud, en relación a los escasos medios empeñados.
ORACION A NUESTROS AVIADORES
Señor, guarda y guía
a nuestros hombres que vuelan
en el inmenso espacio de tu cielo.
Señor, ve siempre en el aire con ellos,
guíalos a través de las oscuras tormentas
y entre la brillante luz del Sol.
Señor, escúchanos al elevar esta plegaria,
oramos por aquellos que defienden este cielo.
Por aquellos pioneros que nos enseñaron
que hay caminos en tu cielo
y en su temprano intento,
plegaron para siempre sus alas.
Señor, te pedimos la fuerza del recuerdo,
por nuestros camaradas y hermanos
que defendiendo nuestro mar y nuestro suelo,
cayeron para siempre desde el cielo Malvinero.
Recordarán hundimiento del Guardacostas GC-82 "Río Iguazú"
Recordarán hundimiento del Guardacostas GC-82 "Río Iguazú"
Prefectura Naval Argentina en Malvinas. Con motivo de conmemorarse el próximo 22 de mayo el 26 aniversario del hundimiento del Guardacostas GC-82 "Río Iguazú", el prefecto Aníbal Raúl Taborda, jefe de la Prefectura Río Grande brindó información histórica relacionada con el hecho y con la actuación institucional durante el conflicto bélico de 1982. Asimismo, informó que el próximo sábado 24, se realizará una ceremonia en el Monumento a los Héroes de Malvinas, conjuntamente con el tradicional izamiento del Pabellón Nacional, que cada sábado realiza la Municipalidad de nuestra ciudad.
Río Grande.- La presencia de la Prefectura en la Islas Malvinas, es el resultado del estricto cumplimiento de las funciones que le son inherentes dentro del concierto de las instituciones del Estado.
Las exigencias de los hechos posteriores potenciaron su papel en razón de la excelente preparación de su personal y porque además se sumó una cuota básica en todo emprendimiento humano: Confianza, Valor y Honestidad...
Así las tareas asignadas a la Prefectura se cumplieron en perfecta amalgama, tanto en agua, tierra y aire.
Por Agua, se destacaron dos grupos: El asignado a operar en el escenario de las Islas Malvinas y el centrado en tareas de búsqueda y rescate, practicaje y reconocimiento de aguas en Puerto Deseado, Puerto Santa Cruz, Río Gallegos y Río de la Plata, a fin de asegurar la libre navegabilidad de los canales de acceso a los puertos del litoral marítimo y fluvial y por último, el de garantizar idénticas funciones en la ría de Bahía Blanca.
En Tierra, “Los Albatros” cumplieron tareas de seguridad y vigilancia en el área asignada a Prefectura, pero también integraron la dotación de los Guardacostas en razón de su nivel de preparación y amarinamiento.
Finalmente el grupo Aéreo, compuesto por aviones “Short Skyvan” y helicópteros “Puma”; fueron asignados y cumplieron destacadas tareas tanto en las Islas, como en Río Grande y Río Gallegos.
Guardacostas GC-82 "Río Iguazú"
Poco antes de las 08:00 del 06 de abril de 1982, los Guardacostas PNA GC-82 “ISLAS MALVINAS” y GC-83 “RÍO IGUAZÚ”. y sus tripulantes se encontraban en Dársena E de Puerto Nuevo aguardando la Inminente orden de Zarpada, con destino final las Islas Malvinas.
La plana mayor de la Prefectura y algunos familiares saludaban con fuertes abrazos y apretones de mano a los tripulantes que ahogados por la emoción apenas lograban balbucear un “Hasta Pronto”. Finalmente el entonces Prefecto Nacional Naval, Contralmirante Roberto Alfredo Day, dio a los respectivos capitanes la orden de zarpada. La suelta de los cabos de amarre que como finos brazos trataba de retener los últimos instantes de la partida, haciendo aún más sentida la misma.
Al producirse la lenta partida del apostadero de la División Patrullaje, los hombres vieron emocionados hasta las lágrimas a los tripulantes de los otros Guardacostas allí apostados, que formados sobre las cubiertas, les brindaban su adiós. La escena tuvo su momento más emotivo, cuando un estrepitoso toque de sirenas provenientes de todas las naves surtas en el lugar, hizo vibrar aún más las fibras de los marinos, quienes entrecruzaban los últimos saludos y poco a poco se abocaba cada uno a sus tareas asignadas; verificando que todo marchase en orden, para el largísimo viaje.
Entre Madryn y Deseado se reparó la falla gracias a los técnicos de la Dirección del Material que embarcaron para tal fin, luego de realizar las primeras reparaciones en puerto, finalizarían la tarea en navegación y así lo hicieron arribando el 11 finalmente a Puerto Deseado.
Amarrados los Guardacostas, fueron informados los Capitanes que deberían cruzar al archipiélago malvinense en el acto. Se abastecieron por última vez en el continente y estrechando un fuerte apretón de manos deseándose mutuamente suerte, retornaron a sus puentes de mando donde impartieron las respectivas órdenes a las tripulaciones para soltar amarras e iniciar el cruce. El reloj del mamparo de abordo señalaba exactamente las 15:30 Hs. Iban a quedar durante casi setecientos kilómetros a merced de los elementos y del enemigo y cada hombre a su manera elevó una plegaria a la Imagen de la Virgen Stella Maris, que como madre protectora desplegaba su blanco manto detrás de las ruedas de los timones.
A escasas ocho horas de que se impusiese el Bloque, ambos guardacostas pusieron proa al archipiélago, pero pronto supieron que la peor lucha en ese momento la librarían con los elementos de la naturaleza, la noche llegó intempestivamente, no permitiendo ninguna visibilidad y con ella grandes nubes que ocultaron por completo la luz de la luna. El silencio radial había sido impuesto como consigna a fin de no poder ser detectados por la emisión de sonidos. Solos los acompañaba la estación central de comunicaciones de la Prefectura Naval, que sabiéndose escuchada, alentaba la travesía.
Se encontraban así cuando a medio de camino se desató una furiosa tempestad con lluvia y vientos fuertes del sudoeste que levantaban olas de hasta siete metros, lo que obligó a ambos capitanes a poner mayor distancia entre ambos guardacostas para evitar cualquier contingencia perdiendo así también el contacto visual entre sí. Ambas embarcaciones habían superado la primera parte del viaje, ahora y con limitadísima autonomía se dirigían hacia Puerto Argentino. A las 18:00 Hs ambos navíos cruzaron el Estrecho San Carlos y proseguían navegando a prudente distancia de la cota con destino a Puerto Argentino. A las 22:30 fueron sobrevolados por aviones de la fuerza aérea con evidente intención de identificarlos para luego establecer el primer contacto radial con el Apostadero Naval de la Armada, quien autorizó e indicó que fondearan junto al Buque Bahía Buen Suceso en la Bahía Groussac. Teniendo en cuenta que la entrada a Puerto Argentino se encontraba minada. Junto a la enorme nave los pequeños Guardacostas, fondearon ante el asombro de los marinos que, mientras le arrojaban los cabos se interiorizaban de que ambos pequeños gigantes habían realizado, Navegando el cruce desde el continente. El reloj de los mamparos indicaba las 00:15 del día 13 de abril.
Ya en Puerto Argentino, tanto las tripulaciones como los Guardacostas, pasaron a depender directamente del Comando Naval Malvinas y para funciones específicas, del Prefecto D. Francisco Manuel Martines Loydi. Una vez verificada la aptitud y compatibilidad del combustible disponible en las islas, los guardacostas cumplieron tareas de reconocimiento y abastecimiento logístico a diversas bases militares y patrullaje periódico de las zonas asignadas, así como el practicaje de buques para su ingreso a Puerto Argentino, a efectos de eludir los campos minados.
A partir del 15 de mayo, ambas unidades de superficie y durante horas nocturnas realizaron tareas de minado de la Bahía Anterior como medida preventiva contra la incursión de buzos tácticos enemigos.
Entre las tareas ya enunciadas, los guardacostas efectuaban escucha permanente en distintas frecuencias por medio de equipos HF, VHF y de radiogoniometría a efectos de detectar comunicaciones y posiciones del enemigo.
Si bien las tareas asignadas a esta unidad de superficie, eran las mismas que las asignadas al otro Guardacostas, la primera fue efectuar el practicaje del buque motor “FORMOSA”, desde punta peligrosa hasta el apostadero de Puerto Argentino, a fin de guiar su navegación entre los campos minados el 20 de abril. A esta tarea le sucedieron continuos patrullajes como el llevado a cabo hasta Bahía Vaca al noroeste de la Península San Luis donde se efectuó el reconocimiento de la zona. El primer ataque a Puerto Argentino, fue el 1° de mayo, siendo el GC-82 “RÍO IGUAZÚ” el que interceptó en frecuencia 2181, el primer mensaje de rendición efectuado por el Comandante de la Flota Inglesa al Gobernador Militar de las Islas.
En las primeras horas del 22 de mayo, el guardacostas zarparía, por ultima vez desde su apostadero en Puerto Argentino. Esa mañana la misión era transportar 15 hombres del Ejercito Argentino y dos baterías de 105 milímetros Otto Melara, las que por su dimensiones debieron ser desarmadas para su estiba; tenían como destino reforzar las posiciones del Ejército Argentino en Puerto Darwin. Luego de más de tres horas de navegación y siendo las 8 y 25 horas, ya en Bahía Choiseul, el guardacostas fue atacado por dos aviones enemigos Sea Harrier; los que en vuelo rasante operaron sus cañones de 30 milímetros contra la embarcación. Los proyectiles impactaron en el casco del “RÍO IGUAZÚ”, causando averías en el timón, destrucción de un tablero de electricidad y vías de agua en el casco que comenzaron a inundar la sala de máquinas. Al quedar fuera de servicio el tablero de eléctrico, se clavó el generador que alimentaba las bombas de achique. En cubierta, la situación era dramática, los proyectiles habían impactado en el Cabo Segundo Julio Omar Benítez, quien yacía al fuste de la ametralladora de 12,7 milímetros. La otra, a cargo del Ayudante de Tercera JUAN JOSÉ BACCARO, estaba fuera de servicio. Tanto BACARO, como el Cabo Segundo CARLOS BENGOECHEA, perdían mucha sangre junto al Oficial Principal GABINO GONZALEZ. El Capitán Subprefecto Olmedo ordena al timonel poner proa a un islote cercano, cayendo de una a otra banda, para obstaculizar el segundo ataque de los HARRIER´S y que éste provocase mayores daños.
Es precisamente en esta acción, cuando el Cabo Segundo Ibáñez, atento al segundo ataque. Llegó hasta la ametralladora de BENÍTEZ, esperando a que el avión se pusiera entre el “alza y el guión” de su arma y creando un efecto “Cortina”, impactó a uno de los atacantes, que empezó a perder altura y cayó.
El desigual combate concluyó y el GC-83 “RÍO IGUAZÚ”, con el casco seriamente averiado y muy apopado por la entrada de agua, encalló. A raíz de la embicada y las averías producidas el guardacostas quedó inutilizado. Los heridos fueron trasladados en helicóptero a Puerto Argentino para sus curaciones, los restantes tripulantes fueron conducidos a Puerto Darwin donde permanecieron dos días hasta su regreso a la capital malvinense. El Cabo Segundo JULIO OMAR BENITEZ, fue sepultado por sus camaradas, rindiéndosele todos los honores militares.
Por su parte el GC-82”Islas Malvinas”, presentaba una avería en una de sus hélices, producto de un rozamiento con el fondo, lo que limitaba su capacidad de maniobras e intentaba ser reparado en forma subacua, en una tarea sin precedentes aún para los constructores del navío, dado que el archipiélago carecía de dique seco para encarar la tarea. Independientemente de que sobre Puerto Argentino los ataques eran incesantes, las bajas temperaturas de las aguas impedían la permanencia de los técnicos que debían salir a superficie para recuperar el aliento y fuerzas, pese al exhaustivo esfuerzo, no pudo concretarse con éxito y así permaneció hasta el momento de la rendición, sin que esto la mantuviese amarrada al muelle.
20/05/08
PROVINCIA 23
Prefectura Naval Argentina en Malvinas. Con motivo de conmemorarse el próximo 22 de mayo el 26 aniversario del hundimiento del Guardacostas GC-82 "Río Iguazú", el prefecto Aníbal Raúl Taborda, jefe de la Prefectura Río Grande brindó información histórica relacionada con el hecho y con la actuación institucional durante el conflicto bélico de 1982. Asimismo, informó que el próximo sábado 24, se realizará una ceremonia en el Monumento a los Héroes de Malvinas, conjuntamente con el tradicional izamiento del Pabellón Nacional, que cada sábado realiza la Municipalidad de nuestra ciudad.
Río Grande.- La presencia de la Prefectura en la Islas Malvinas, es el resultado del estricto cumplimiento de las funciones que le son inherentes dentro del concierto de las instituciones del Estado.
Las exigencias de los hechos posteriores potenciaron su papel en razón de la excelente preparación de su personal y porque además se sumó una cuota básica en todo emprendimiento humano: Confianza, Valor y Honestidad...
Así las tareas asignadas a la Prefectura se cumplieron en perfecta amalgama, tanto en agua, tierra y aire.
Por Agua, se destacaron dos grupos: El asignado a operar en el escenario de las Islas Malvinas y el centrado en tareas de búsqueda y rescate, practicaje y reconocimiento de aguas en Puerto Deseado, Puerto Santa Cruz, Río Gallegos y Río de la Plata, a fin de asegurar la libre navegabilidad de los canales de acceso a los puertos del litoral marítimo y fluvial y por último, el de garantizar idénticas funciones en la ría de Bahía Blanca.
En Tierra, “Los Albatros” cumplieron tareas de seguridad y vigilancia en el área asignada a Prefectura, pero también integraron la dotación de los Guardacostas en razón de su nivel de preparación y amarinamiento.
Finalmente el grupo Aéreo, compuesto por aviones “Short Skyvan” y helicópteros “Puma”; fueron asignados y cumplieron destacadas tareas tanto en las Islas, como en Río Grande y Río Gallegos.
Guardacostas GC-82 "Río Iguazú"
Poco antes de las 08:00 del 06 de abril de 1982, los Guardacostas PNA GC-82 “ISLAS MALVINAS” y GC-83 “RÍO IGUAZÚ”. y sus tripulantes se encontraban en Dársena E de Puerto Nuevo aguardando la Inminente orden de Zarpada, con destino final las Islas Malvinas.
La plana mayor de la Prefectura y algunos familiares saludaban con fuertes abrazos y apretones de mano a los tripulantes que ahogados por la emoción apenas lograban balbucear un “Hasta Pronto”. Finalmente el entonces Prefecto Nacional Naval, Contralmirante Roberto Alfredo Day, dio a los respectivos capitanes la orden de zarpada. La suelta de los cabos de amarre que como finos brazos trataba de retener los últimos instantes de la partida, haciendo aún más sentida la misma.
Al producirse la lenta partida del apostadero de la División Patrullaje, los hombres vieron emocionados hasta las lágrimas a los tripulantes de los otros Guardacostas allí apostados, que formados sobre las cubiertas, les brindaban su adiós. La escena tuvo su momento más emotivo, cuando un estrepitoso toque de sirenas provenientes de todas las naves surtas en el lugar, hizo vibrar aún más las fibras de los marinos, quienes entrecruzaban los últimos saludos y poco a poco se abocaba cada uno a sus tareas asignadas; verificando que todo marchase en orden, para el largísimo viaje.
Entre Madryn y Deseado se reparó la falla gracias a los técnicos de la Dirección del Material que embarcaron para tal fin, luego de realizar las primeras reparaciones en puerto, finalizarían la tarea en navegación y así lo hicieron arribando el 11 finalmente a Puerto Deseado.
Amarrados los Guardacostas, fueron informados los Capitanes que deberían cruzar al archipiélago malvinense en el acto. Se abastecieron por última vez en el continente y estrechando un fuerte apretón de manos deseándose mutuamente suerte, retornaron a sus puentes de mando donde impartieron las respectivas órdenes a las tripulaciones para soltar amarras e iniciar el cruce. El reloj del mamparo de abordo señalaba exactamente las 15:30 Hs. Iban a quedar durante casi setecientos kilómetros a merced de los elementos y del enemigo y cada hombre a su manera elevó una plegaria a la Imagen de la Virgen Stella Maris, que como madre protectora desplegaba su blanco manto detrás de las ruedas de los timones.
A escasas ocho horas de que se impusiese el Bloque, ambos guardacostas pusieron proa al archipiélago, pero pronto supieron que la peor lucha en ese momento la librarían con los elementos de la naturaleza, la noche llegó intempestivamente, no permitiendo ninguna visibilidad y con ella grandes nubes que ocultaron por completo la luz de la luna. El silencio radial había sido impuesto como consigna a fin de no poder ser detectados por la emisión de sonidos. Solos los acompañaba la estación central de comunicaciones de la Prefectura Naval, que sabiéndose escuchada, alentaba la travesía.
Se encontraban así cuando a medio de camino se desató una furiosa tempestad con lluvia y vientos fuertes del sudoeste que levantaban olas de hasta siete metros, lo que obligó a ambos capitanes a poner mayor distancia entre ambos guardacostas para evitar cualquier contingencia perdiendo así también el contacto visual entre sí. Ambas embarcaciones habían superado la primera parte del viaje, ahora y con limitadísima autonomía se dirigían hacia Puerto Argentino. A las 18:00 Hs ambos navíos cruzaron el Estrecho San Carlos y proseguían navegando a prudente distancia de la cota con destino a Puerto Argentino. A las 22:30 fueron sobrevolados por aviones de la fuerza aérea con evidente intención de identificarlos para luego establecer el primer contacto radial con el Apostadero Naval de la Armada, quien autorizó e indicó que fondearan junto al Buque Bahía Buen Suceso en la Bahía Groussac. Teniendo en cuenta que la entrada a Puerto Argentino se encontraba minada. Junto a la enorme nave los pequeños Guardacostas, fondearon ante el asombro de los marinos que, mientras le arrojaban los cabos se interiorizaban de que ambos pequeños gigantes habían realizado, Navegando el cruce desde el continente. El reloj de los mamparos indicaba las 00:15 del día 13 de abril.
Ya en Puerto Argentino, tanto las tripulaciones como los Guardacostas, pasaron a depender directamente del Comando Naval Malvinas y para funciones específicas, del Prefecto D. Francisco Manuel Martines Loydi. Una vez verificada la aptitud y compatibilidad del combustible disponible en las islas, los guardacostas cumplieron tareas de reconocimiento y abastecimiento logístico a diversas bases militares y patrullaje periódico de las zonas asignadas, así como el practicaje de buques para su ingreso a Puerto Argentino, a efectos de eludir los campos minados.
A partir del 15 de mayo, ambas unidades de superficie y durante horas nocturnas realizaron tareas de minado de la Bahía Anterior como medida preventiva contra la incursión de buzos tácticos enemigos.
Entre las tareas ya enunciadas, los guardacostas efectuaban escucha permanente en distintas frecuencias por medio de equipos HF, VHF y de radiogoniometría a efectos de detectar comunicaciones y posiciones del enemigo.
Si bien las tareas asignadas a esta unidad de superficie, eran las mismas que las asignadas al otro Guardacostas, la primera fue efectuar el practicaje del buque motor “FORMOSA”, desde punta peligrosa hasta el apostadero de Puerto Argentino, a fin de guiar su navegación entre los campos minados el 20 de abril. A esta tarea le sucedieron continuos patrullajes como el llevado a cabo hasta Bahía Vaca al noroeste de la Península San Luis donde se efectuó el reconocimiento de la zona. El primer ataque a Puerto Argentino, fue el 1° de mayo, siendo el GC-82 “RÍO IGUAZÚ” el que interceptó en frecuencia 2181, el primer mensaje de rendición efectuado por el Comandante de la Flota Inglesa al Gobernador Militar de las Islas.
En las primeras horas del 22 de mayo, el guardacostas zarparía, por ultima vez desde su apostadero en Puerto Argentino. Esa mañana la misión era transportar 15 hombres del Ejercito Argentino y dos baterías de 105 milímetros Otto Melara, las que por su dimensiones debieron ser desarmadas para su estiba; tenían como destino reforzar las posiciones del Ejército Argentino en Puerto Darwin. Luego de más de tres horas de navegación y siendo las 8 y 25 horas, ya en Bahía Choiseul, el guardacostas fue atacado por dos aviones enemigos Sea Harrier; los que en vuelo rasante operaron sus cañones de 30 milímetros contra la embarcación. Los proyectiles impactaron en el casco del “RÍO IGUAZÚ”, causando averías en el timón, destrucción de un tablero de electricidad y vías de agua en el casco que comenzaron a inundar la sala de máquinas. Al quedar fuera de servicio el tablero de eléctrico, se clavó el generador que alimentaba las bombas de achique. En cubierta, la situación era dramática, los proyectiles habían impactado en el Cabo Segundo Julio Omar Benítez, quien yacía al fuste de la ametralladora de 12,7 milímetros. La otra, a cargo del Ayudante de Tercera JUAN JOSÉ BACCARO, estaba fuera de servicio. Tanto BACARO, como el Cabo Segundo CARLOS BENGOECHEA, perdían mucha sangre junto al Oficial Principal GABINO GONZALEZ. El Capitán Subprefecto Olmedo ordena al timonel poner proa a un islote cercano, cayendo de una a otra banda, para obstaculizar el segundo ataque de los HARRIER´S y que éste provocase mayores daños.
Es precisamente en esta acción, cuando el Cabo Segundo Ibáñez, atento al segundo ataque. Llegó hasta la ametralladora de BENÍTEZ, esperando a que el avión se pusiera entre el “alza y el guión” de su arma y creando un efecto “Cortina”, impactó a uno de los atacantes, que empezó a perder altura y cayó.
El desigual combate concluyó y el GC-83 “RÍO IGUAZÚ”, con el casco seriamente averiado y muy apopado por la entrada de agua, encalló. A raíz de la embicada y las averías producidas el guardacostas quedó inutilizado. Los heridos fueron trasladados en helicóptero a Puerto Argentino para sus curaciones, los restantes tripulantes fueron conducidos a Puerto Darwin donde permanecieron dos días hasta su regreso a la capital malvinense. El Cabo Segundo JULIO OMAR BENITEZ, fue sepultado por sus camaradas, rindiéndosele todos los honores militares.
Por su parte el GC-82”Islas Malvinas”, presentaba una avería en una de sus hélices, producto de un rozamiento con el fondo, lo que limitaba su capacidad de maniobras e intentaba ser reparado en forma subacua, en una tarea sin precedentes aún para los constructores del navío, dado que el archipiélago carecía de dique seco para encarar la tarea. Independientemente de que sobre Puerto Argentino los ataques eran incesantes, las bajas temperaturas de las aguas impedían la permanencia de los técnicos que debían salir a superficie para recuperar el aliento y fuerzas, pese al exhaustivo esfuerzo, no pudo concretarse con éxito y así permaneció hasta el momento de la rendición, sin que esto la mantuviese amarrada al muelle.
20/05/08
PROVINCIA 23
Malvinas: ocultaron por 22 años los restos de un piloto argentino
LO ADMITIO EL GOBIERNO DE LAS ISLAS
Malvinas: ocultaron por 22 años los restos de un piloto argentino
Aparecieron en 1986 y no se informó a la Argentina. Disculpas del gobierno británico.
El gobernador británico de Malvinas, Alan Huckle, informó ayer el hallazgo de los presuntos restos de un piloto argentino caído en la guerra de Malvinas, que son ahora objeto de una disculpa de los gobiernos del Reino Unido y de Malvinas ante el de Argentina.
Es que se trata de un hueso de una pierna, descubierto en una playa de las islas en 1986, que permaneció desde entonces, hasta fines de abril, en la central de Policía de la capital las islas sin que se diera aviso de ello a las autoridades en Buenos Aires. Por su parte, en una respuesta a Londres sobre el incidente, la Cancillería informó ayer a este diario que procedió a solicitarle a su contraparte británica el envío de los restos para los "análisis de identidad correspondientes, en territorio continental".
Huckle, que decidió comunicar el hallazgo del hueso ayer a través de la agencia Mercopress luego de que en las islas y en Buenos Aires comenzaran a trascender los rumores de su existencia, informó que dichos restos permanecen ahora dentro de un ataúd cubierto por una bandera argentina bajo custodia militar, en la base militar británica de Mount Pleasant. Un capellán y militar británicos le dieron un responso el pasado 8 de mayo.
Y también, dijo el gobernador -funcionario del Foreign Office- que el jefe de la policía local, Paul Elliott, había sido instruido para iniciar "una investigación completa" sobre las razones por las cuales el descubrimiento efectuado en 1986 no se había informado a las autoridades argentinas de entonces. Londres y Buenos Aires mantuvieron interrumpidas sus relaciones diplomáticas desde 1982 hasta 1990. Pero asuntos de importancia como éstos podían ser informados "fluidamente" ante la Embajada Suiza, que era quien representaba los intereses británicos en Argentina.
Ninguno de los gobiernos quiso presumir ayer la identidad de los restos, aunque consultada por Clarín, la consejera legislativa de Malvinas, Janet Robertson, a cargo de la cartera de asuntos policiales, reconoció que ya había una "idea, sospechas", de a quién pertenecerían.
Por su parte, el ministerio de Defensa, que trabaja ahora con la Cancillería, informó a este diario que desde el fin de la guerra se habla de la caída en la zona donde se hallaron los restos de un Canberra y también de dos A4-B Skyhawk.
Pero fuentes británicas se limitaron a informar que la pieza ósea fue encontrada en una playa de la gran isla del este del archipiélago de Malvinas (Soledad) en febrero de 1986 y hallada ahora dentro de una caja vidriada en un armario de la central de policía en una "zona no pública", tras lo cual se procedió a pedir disculpas al gobierno argentino y a ofrecer distintas posibilidades.
Concretamente, informó el vocero de la embajada, el 7 de mayo pasado, el embajador John Hughes, en persona, le entregó al vicecanciller Victorio Taccetti una carta firmada por la ministra para los Territorios de Ultramar del Foreign Office, Meg Munn en la que se exponían las disculpas "del gobierno británico y de las Falklands, sin reservas" ante el gobierno argentino.
Por su parte, Robertson confirmó que el gobierno de las islas "lamenta el incidente" y que ofrecieron sus "disculpas" por la situación también a los familiares de los caídos en la guerra.
El hallazgo de los restos en la central de policía de Malvinas tiene ribetes que agregarían fuego a la disputa de soberanía por Malvinas. Y también un costado muy sensible para las familias de los muertos en la guerra. Los británicos ofrecieron varias posibilidades futuras, que no fueron aceptadas por el Gobierno, según la respuesta enviada ayer a la ministra Meg Munn por el canciller Jorge Taiana. Londres ofreció ayuda en todo, incluyendo los exámenes de ADN a los restos. También enterrarlos en el cementerio argentino de Darwin con "completos honores militares", que claro, deberían ser británicos.
Pero la Cancillería, en la respuesta a Munn enviada ayer a través de la embajada británica, pidió el envío a la Argentina de los restos óseos ahora encontrados. Un antecedente similar data de 1998 y 2000, cuando el gobierno logró el traslado de restos descubiertos en las islas para analizarlos en el continente. Se supo luego que pertenecían al teniente Héctor Volponi, cuyo Dagger fue derribado en mayo de 1982.
En su carta a Munn, Taiana también solicitó el esclarecimiento de porqué el descubrimiento de la pieza ósea tuvo lugar en 1986 y fue comunicada recién ahora, además de la determinación de responsabilidades por ello. Pidió que se detallen todos los elementos del descubrimiento y del hallazgo y, de paso, imprimió un nuevo reclamo "legítimo de los derechos de soberanía" argentinos sobre las Malvinas.
Fuente: Clarin
Malvinas: ocultaron por 22 años los restos de un piloto argentino
Aparecieron en 1986 y no se informó a la Argentina. Disculpas del gobierno británico.
El gobernador británico de Malvinas, Alan Huckle, informó ayer el hallazgo de los presuntos restos de un piloto argentino caído en la guerra de Malvinas, que son ahora objeto de una disculpa de los gobiernos del Reino Unido y de Malvinas ante el de Argentina.
Es que se trata de un hueso de una pierna, descubierto en una playa de las islas en 1986, que permaneció desde entonces, hasta fines de abril, en la central de Policía de la capital las islas sin que se diera aviso de ello a las autoridades en Buenos Aires. Por su parte, en una respuesta a Londres sobre el incidente, la Cancillería informó ayer a este diario que procedió a solicitarle a su contraparte británica el envío de los restos para los "análisis de identidad correspondientes, en territorio continental".
Huckle, que decidió comunicar el hallazgo del hueso ayer a través de la agencia Mercopress luego de que en las islas y en Buenos Aires comenzaran a trascender los rumores de su existencia, informó que dichos restos permanecen ahora dentro de un ataúd cubierto por una bandera argentina bajo custodia militar, en la base militar británica de Mount Pleasant. Un capellán y militar británicos le dieron un responso el pasado 8 de mayo.
Y también, dijo el gobernador -funcionario del Foreign Office- que el jefe de la policía local, Paul Elliott, había sido instruido para iniciar "una investigación completa" sobre las razones por las cuales el descubrimiento efectuado en 1986 no se había informado a las autoridades argentinas de entonces. Londres y Buenos Aires mantuvieron interrumpidas sus relaciones diplomáticas desde 1982 hasta 1990. Pero asuntos de importancia como éstos podían ser informados "fluidamente" ante la Embajada Suiza, que era quien representaba los intereses británicos en Argentina.
Ninguno de los gobiernos quiso presumir ayer la identidad de los restos, aunque consultada por Clarín, la consejera legislativa de Malvinas, Janet Robertson, a cargo de la cartera de asuntos policiales, reconoció que ya había una "idea, sospechas", de a quién pertenecerían.
Por su parte, el ministerio de Defensa, que trabaja ahora con la Cancillería, informó a este diario que desde el fin de la guerra se habla de la caída en la zona donde se hallaron los restos de un Canberra y también de dos A4-B Skyhawk.
Pero fuentes británicas se limitaron a informar que la pieza ósea fue encontrada en una playa de la gran isla del este del archipiélago de Malvinas (Soledad) en febrero de 1986 y hallada ahora dentro de una caja vidriada en un armario de la central de policía en una "zona no pública", tras lo cual se procedió a pedir disculpas al gobierno argentino y a ofrecer distintas posibilidades.
Concretamente, informó el vocero de la embajada, el 7 de mayo pasado, el embajador John Hughes, en persona, le entregó al vicecanciller Victorio Taccetti una carta firmada por la ministra para los Territorios de Ultramar del Foreign Office, Meg Munn en la que se exponían las disculpas "del gobierno británico y de las Falklands, sin reservas" ante el gobierno argentino.
Por su parte, Robertson confirmó que el gobierno de las islas "lamenta el incidente" y que ofrecieron sus "disculpas" por la situación también a los familiares de los caídos en la guerra.
El hallazgo de los restos en la central de policía de Malvinas tiene ribetes que agregarían fuego a la disputa de soberanía por Malvinas. Y también un costado muy sensible para las familias de los muertos en la guerra. Los británicos ofrecieron varias posibilidades futuras, que no fueron aceptadas por el Gobierno, según la respuesta enviada ayer a la ministra Meg Munn por el canciller Jorge Taiana. Londres ofreció ayuda en todo, incluyendo los exámenes de ADN a los restos. También enterrarlos en el cementerio argentino de Darwin con "completos honores militares", que claro, deberían ser británicos.
Pero la Cancillería, en la respuesta a Munn enviada ayer a través de la embajada británica, pidió el envío a la Argentina de los restos óseos ahora encontrados. Un antecedente similar data de 1998 y 2000, cuando el gobierno logró el traslado de restos descubiertos en las islas para analizarlos en el continente. Se supo luego que pertenecían al teniente Héctor Volponi, cuyo Dagger fue derribado en mayo de 1982.
En su carta a Munn, Taiana también solicitó el esclarecimiento de porqué el descubrimiento de la pieza ósea tuvo lugar en 1986 y fue comunicada recién ahora, además de la determinación de responsabilidades por ello. Pidió que se detallen todos los elementos del descubrimiento y del hallazgo y, de paso, imprimió un nuevo reclamo "legítimo de los derechos de soberanía" argentinos sobre las Malvinas.
Fuente: Clarin
Argentina quiere traerlo y hacer el ADN
Argentina quiere traerlo y hacer el ADN
El hallazgo en la central de policía de Malvinas de los presuntos restos de un piloto argentino que los malvinenses no informaron a la Argentina en el momento de su descubrimiento (1986), devela también la retórica de un conflicto que tiene heridas por todos lados.
El gobernador Alan Huckle informó ayer que Londres estaba dispuesto a "repatriar" (sic) los restos si los argentinos así lo requerían. Pero en su respuesta de ayer a la ministra Meg Munn, el canciller Jorge Taiana cuidó hasta el más mínimo detalle. Solicitó el envío "al territorio continental" de la pieza ósea para efectuarle los análisis correspondientes. Empezando por el ADN para determinar la identidad de los restos, una materia en la que los forenses argentinos están, por cierto, considerados como unos de los más prestigiosos del mundo.
Por otra parte, Taiana solicitó toda la información posible del descubrimiento efectuado en 1986. Es decir, todos los elementos encontrados junto a la pieza ósea de la que ahora habla el gobierno británico. Los argentinos también quieren saber las causas, razones y responsables sobre la permanencia de estos restos en la central de policía kelper desde 1986 hasta fines de abril pasado, cuando los británicos decidieron tomar cartas en el asunto.
Fuente: Clarín
El hallazgo en la central de policía de Malvinas de los presuntos restos de un piloto argentino que los malvinenses no informaron a la Argentina en el momento de su descubrimiento (1986), devela también la retórica de un conflicto que tiene heridas por todos lados.
El gobernador Alan Huckle informó ayer que Londres estaba dispuesto a "repatriar" (sic) los restos si los argentinos así lo requerían. Pero en su respuesta de ayer a la ministra Meg Munn, el canciller Jorge Taiana cuidó hasta el más mínimo detalle. Solicitó el envío "al territorio continental" de la pieza ósea para efectuarle los análisis correspondientes. Empezando por el ADN para determinar la identidad de los restos, una materia en la que los forenses argentinos están, por cierto, considerados como unos de los más prestigiosos del mundo.
Por otra parte, Taiana solicitó toda la información posible del descubrimiento efectuado en 1986. Es decir, todos los elementos encontrados junto a la pieza ósea de la que ahora habla el gobierno británico. Los argentinos también quieren saber las causas, razones y responsables sobre la permanencia de estos restos en la central de policía kelper desde 1986 hasta fines de abril pasado, cuando los británicos decidieron tomar cartas en el asunto.
Fuente: Clarín
A 26 años de la hazaña de Owen Crippa
A 26 años de la hazaña de Owen Crippa
Detalle de la campera utilizada por Owen, actualmente en el museo de Diego Colombo, en Ataliva.
Quienes entienden de táctica militar no dudan en señalar a quienes vivimos en Sunchales que estamos “con un héore entre nosotros” al referirse a la proeza militar efectuada un día como hoy, hace más de dos décadas y media por Owen Crippa en San Carlos. Sin tratar de hacer una justicia que no nos corresponde pero sí haciendo notar que dicho aniversario lamentablemente pasó, para la ciudad, desapercibido.
Esta incursión, bautismo de fuego para la Fuerza Aérea nacional, es reconocida por el mundo entero como una verdadera hazaña por la implicancia que tuvo dicha acción, ya que permitió contar con detalles hasta el momento desconocidos de la flota inglesa. Destacada además por tratarse de un Macchi MB339A enfrentándose a una fragata: la “Argonaut”.
Desde sunchaleshoy nos enorgullecemos de tener a Owen, así como también a los otros conciudadanos que, por nacimiento o adopción, están entre nosotros o partieron y que nos representaron en aquella época aciaga. Ojalá no pase mucho tiempo para que, así como recordamos fechas de eventos deportivos o sociales, le demos la importancia que tienen este tipo de homenajes (como el recuerdo del hundimiento del crucero Belgrano, el cual también pasó sin ser recordado).
Mientras, se siguen con atención las acciones que se están llevando a cabo desde el Museo Nacional de Malvinas de Oliva, Córdoba, tendientes a recuperar aquel emblemático avión, hoy día en territorio estadounidense.
(Fuerza Aérea Argentina) - Con las primeras luces del 21 de mayo, el comando del Componente Naval de Malvinas ordenó despegar, en misión de reconocimiento, a un Macchi 326 piloteado por el Teniente de Navío Owen G. Crippa.
El aviador naval se aproximó rasante desde el interior de la isla y, al desembocar sobre la bahía, se halló en medio de la flota, alcanzando a disparar sus coheteras Zunni. Al aterrizar, confirmó la magnitud del desembarco.
(La perla austral) - Al caer la tarde del 20 de mayo de 1982 los Tenientes de Navío Guillermo Owen Crippa y Horacio Talarico se reúnen con el Capitán de Fragata Oscar Manuel Arce, quien les comunico que el día siguiente deberían cumplir una misión sobre San Carlos.
La orden consistía en realizar una navegación rasante a través del valle existente entre Puerto Argentino y San Carlos, bordeando para ello las denominadas altura Rivadavia, una secuencia del cerro que cruza la Isla Soledad en todo su ancho. Utilizaría como referencia, un pequeño valle ubicado en medio de una cadena montañosa previa al brazo del Río San Carlos.
Era presumible, por cierta información existente, la intención de los británicos de efectuar un desembarco en esa zona, aunque se ignoraba completamente la magnitud que el mismo podría tener.
El 21 desde muy temprano, los mecánicos estuvieron trabajando en los dos Aeromacchi, pero surgieron inconvenientes en el aparato de Talarico. Como era necesario que la misión se llevara a cabo, aún con un solo avión, se decidió que saliera Crippa.
El personal de apoyo centro entonces sus esfuerzos en una maquina, hasta que todo estuvo listo para la partida.
A las 10:04 Crippa recibió la autorización de la torre de control e inicio la corrida de despegue.
En pocos segundos estuvo en el aire; con un giro suave puso proa al oeste y paulatinamente comenzó a volar bien rasante.
Una capa de nubes bajas y algunos bancos de niebla fueron las características meteorológicas que encontró ni bien recorrió las primeras millas.
Superadas las líneas de defensa, el Comando le informo que a partar de Monte Kent tenia libertad de maniobra para atacar cualquier helicóptero que encontrara por la zona.
Poco antes de la llegada a la planicie ubicada entre Monte Kent y Cerro Rivadavia, observo cierta actividad de combate; dos columnas de humo gris oscuro que se elevaban de sendos helicópteros, posiblemente derribados por aviones Harrier mientras transportaban personal del Ejercito para reforzar posiciones.
Cuando planifico la misión Crippa había tomado como punto de referencia el valle del río San Carlos, pero al acercarse allí se encontró con una espesa capa de niebla que, con el efecto de los rayos del sol, provocaba una series de reflejo que no le permitían una buena visión, por lo que decidió cambiar la dirección de ataque: en vez de entrar al puerto San Carlos por el sur, lo haría por el norte, con el sol lo mas atrás posible. “De todos modos la flota británica estará en mar abierto, o en el peor de los casos en la boca del estrecho”, pensó mientras giraba a la derecha y enfilaba directamente hacia el cerro Bombilla.
Unas millas antes de pasar por el espacio que queda entre el Río San Carlos y el cerro Bombilla, diviso una de las referencia mas notables para todo navegante: la roca Remolinos, un enorme montículo rocoso ubicado al norte del estrecho San Carlos, frente al Cabo Leal, roca que vista desde el mar se asemeja a un buque de considerable tamaño.
Al llegar a la Ensenada del Noreste miro en todas las direcciones pero se sorprendió al no encontrar ningún barco allí o en las proximidades. Ni siquiera existía actividad aérea: los Harrier que habían atacado a los helicópteros en las Alturas Rivadavia no estaban en la zona ¿Cómo podían ser que los lanchones de desembarco no contaran con ningún tipo de apoyo, tal como lo había informado desde San Carlos el Teniente Esteban?
Por un momento esa situación lo intranquilizo, le creo cierta incertidumbre.
Con esos interrogantes rondando por su mente, Crippa giro a la izquierda y se pego a la costa, volando a 500 pies de altura y una velocidad de poco mas de 300 nudos.
Así continuo sin novedad, pero cuando estaba próximo a Punta Correntada, de pronto, algo le provoco un estremecimiento: recostada inmóvil sobre la costa de Punta Roca Blanca, en la boca norte del Estrecho de San Carlos, estaba la silueta inequívoca de una fragata Clase 21.
Como el buque no dio señal de haberlo detectado continuo con su navegación siguiendo el contorno de la costa, la que, hacia el sur, se va elevando cada vez mas, tomando la característica de los típicos “fiordos”.
Instantes después vio, por segunda vez, unidades inglesas: eran dos fragatas recostadas en las proximidades del Monte Rosalia, al sur de la boca de la Bahía Roca Blanca, en la Gran Malvinas.
Aparentemente tampoco lo habían detectado.
Cuando desde atrás de un cerro salió al canal propiamente dicho del Estrecho de San Carlos, se encontró, de pronto, con un helicóptero Sea Lynx británico que, como colgado en el aire, a unos 1000 pies del agua, estaba, aparentemente, haciendo detección aérea temprana “de data”, como se dice en la jerga.
Crippa, instintivamente, se preparo para atacar: acomodo el Aeromacchi ascendió un poco para no dispárale de abajo hacia arriba, selecto el armamento y en momentos en que se disponía a gatillar, vio un buque que estaba en las lenguas de agua que va hacia el puesto de la Estancia San Carlos.
En escasas décimas de segundo tuvo que decidirse: el helicóptero no lo había visto y era difícil que o atacara, no iba a tener tiempo. En cambio el buque además de ser una mucho mejor “presa”, si lo atacaría. “Me tiro al buque. No es tu destino”, pensó refiriéndose al piloto del helicóptero y giro bruscamente a la izquierda para entrar en picada final de ataque.
Nuevamente acomodo el avión, tomo puntería y apretó el gatillo, pero no salió ni un disparo. Apretó para tirar cohetes y tampoco. Una sensación de amargura e impotencia le hizo pensar:. “¡Que bronca! ¡Llegar hasta aquí y no poder hacer nada!”.
Siempre en picada de tiro, se dio cuenta, al observar el tablero, que había olvidado selectar el “master” de armamento cosa que hizo instantáneamente. Sabia que con cañones y cohetes no podría hundir ningún buque, pero estaba en condiciones de anular, en gran medida, los sistemas electrónicos con que cuentan las naves de guerra modernas. Eso y dejar fuera de combate al buque era lo mismo.
Ya estaba casi encima del barco. Trato de apuntar al puente de comando y a las antenas, hizo los disparos y levanto la trompa de su avión ante la proximidad de la nave, a lo que cruzo por la popa para volver a pegarse al agua y comenzar las maniobras bruscas de zigzagueo.
En ese momento comenzaron a tirarle con cañones desde un transporte de asalto tipo Fearless, que estaba a su izquierda. Al mirar hacia ese buque, vio el fogonazo y el humo característicos que se produce cuando se dispara un misil y de inmediato la estela brillante que iba dejando el proyectil a medida que se aproximaba al avión.
A fin de evitar el impacto Crippa intensifico las maniobras evasivas, pero no tardo en comprender la gravedad de la situación: a medida que avanzaba se encontraba con mas y mas barcos.
Para impedir que le tiraran, recurrió a un arriesgado procedimiento, que consistía en meterce entre medio de los buques, que de este modo dejarían de tirar ante el peligro de impactarse entre ellos.
En efecto, los ingleses cesaron el fuego momentáneamente, pero lo reincidieron una vez que su avión había pasado, tratando de impactarlo mientras se alejaba.
Se había metido en la boca del lobo.
Volando a plena potencia y esquivando como podía, tanto a los buque como a las esquirlas, que se iban formando a su alrededor, enfilo hacia Punta Federal, con la esperanza de alejarse de las unidades inglesas. Pero se equivoco: al “saltar” un cerro, en lugar de esconderse se encontró de golpe con mas barcos, ubicados a su derecha, próximos a la Bahía Ruiz Puente.
Repuesto de la sorpresa giro bordeando un cerro, en momentos en que las naves comenzaron a tirarle con artillería. Al pasar el cerro se plancho sobre el piso de un amplio valle que está antes de llegar a Puerto Sussex.
En ese instante, un pensamiento se cursó por su mente: “Si voy a Puerto Argentino y digo que hay muchos buques, me van a decir que está bien, que habrá cuatro o cinco. Pero cuantos en realidad ¿cuántos había?.
Trato de calmar sus nervios; estaba agitado y sentía el cuerpo empapado en transpiración. Se había salvado del fuego de los buques pero era posible que un PAC de Harrier ya estuviera dirigiéndose al lugar para interceptarlo.
“Me juego una vez mas” pensó en voz alta y elevándose un poco hizo un suave giro hacia la izquierda, regresando hacia el Río San Carlos. Su intención era contar, identificar y ubicar a cada una de las unidades británicas en la carta que llevaba en la rodilla derecha.
Así; lo hizo eran nada menos que catorce buques; una cifra que no estaba en sus cálculos y en los de nadie. Para cualquiera, era un disparate concebir la presencia de esa cantidad de naves en una zona tan restringida.
Como es estaba acercando demasiado, volvió a girar está vez hacia el sur, “Listo ahora a casa” dijo a si mismo y puso rumbo hacia Puerto Argentino. Fue entonces cuando se presento otro problema: en el prevuelo, había buscado referencias que le ayudaran en su navegación y le evitaran tener que diferenciarlas en el momento, desviando su atención. Pero al haber cambiado su navegación por la mala meteorología, perdió esos puntos geográficos de referencia que le permitirían guiarse para el regreso.
De acuerdo con la nueva ruta que debía seguir, se veía obligado a pasar por Puerto Darwin, donde había fuerzas propias que desconocían la existencia de la misión. Lo mas probable es que le tiraran y tal vez lo derribaran. El peligro existía y era consiente de ello.
Tenia solo una alternativa: pegarse todo lo mas posible al piso, volar sobre el sector sur de las Alturas Rivadavia y rogar por que no lo derribaran.
Afortunadamente, sin mayores novedades llego a Bahía Agradable y salió al mar. Hasta ese momento había logrado sortear un escollo muy difícil: pasar sobre la artillería propia. Aun no se había comunicado con Puerto Argentino por dos motivos fundamentales: primero por que los británicos contaban con elementos como para detectar la emisión de su radio e ir en su búsqueda y, segundo, porque para emitir debía ascender bastante, pues volando tan bajo las ondas radioelectricas de muy alta frecuencia (M.A.F. o V.H.F.) tenían muy poco alcance.
Cuando salió al mar, no tenia una idea clara de donde se encontraba. Según sus cálculos. Había dejado la tierra al sur de la Rada Agradable, pero no estaba nada seguro. Ascendió e intento entonces comunicarse con Puerto Argentino:
-Tala, aquí Pora, Tala, aquí Pora.
-Aquí Tala, adelante Pora.
-He avistado catorce unidades inglesas en zona de Puerto San Carlos. Confirmaré posición al aterrizar.
-Pora, lo tengo controlado. Ponga rumbo 065.
-¿Y las defensas?
-No se preocupe ya están avisados.
Crippa plancho su avión nuevamente sobre el mar y continuo en la dirección indicada. Luego de pasar por la Isla del Este, el controlador del aeropuerto le pidió que ascendiera para tenerlo en el radar. Instante después volvió a llamarlo:
-Pora, lo tengo en pantalla
-Bien, pero ¿y las defensa? –pregunto ansioso Crippa sin ocultar su preocupación por las defensas antiaéreas.
-Ya están avisados. No se haga problema por eso. Todo está bajo control –respondió el controlador desde la torre del aeropuerto. –Proceda para el aterrizaje.
A las 10:45 Crippa aterrizo en Puerto Argentino. Cuando el Aeromacchi se estaciono en un costado de la pista, el Capitán Arce se acerco a la maquina. Crippa había comenzado a bajar por la escalerilla. En su cara se reflejaba toda la tensión del momento vivido.
-¿Así que están ahí? –le pregunto Arce antes de que Crippa llegara al piso.
-Si señor, tienen todo tipo de barcos. Nunca pensé que los iba a encontrar en ese lugar y en esa cantidad. Alcancé a atacar a una fragata(*), vi el impacto de cañones pero desconozco qué efecto tuvieron los cohetes.
-Crippa, vamos a la Central de Operaciones así nos informa en detalle –dijo Arce mientras apuraban el paso, pues comenzaba a lloviznar con cierta intensidad.
La información aportada por el Teniente Crippa fue de fundamental importancia para las acciones futuras emprendidas contra las fuerzas británicas. Ese mismo día, horas después del vuelo sobre San Carlos, aviones de la 2da Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque y de la Fuerza Aérea incursionaron exitosamente sobre los buques enemigos.
(*) Gran Bretaña reconoció que el 21 de mayo, aproximadamente a las 10:30 hs un avión Aeromacchi, solitario provoco averías a una fragata clase 21. Según un articulo publicado en la sección Defence Attache de la revista The International Defence Review (n°3/1983, pag. 24), el buque atacado seria la fragata tipo 22 H.M.S. “Brilliant”
Fuente: Sunchaleshoy
Detalle de la campera utilizada por Owen, actualmente en el museo de Diego Colombo, en Ataliva.
Quienes entienden de táctica militar no dudan en señalar a quienes vivimos en Sunchales que estamos “con un héore entre nosotros” al referirse a la proeza militar efectuada un día como hoy, hace más de dos décadas y media por Owen Crippa en San Carlos. Sin tratar de hacer una justicia que no nos corresponde pero sí haciendo notar que dicho aniversario lamentablemente pasó, para la ciudad, desapercibido.
Esta incursión, bautismo de fuego para la Fuerza Aérea nacional, es reconocida por el mundo entero como una verdadera hazaña por la implicancia que tuvo dicha acción, ya que permitió contar con detalles hasta el momento desconocidos de la flota inglesa. Destacada además por tratarse de un Macchi MB339A enfrentándose a una fragata: la “Argonaut”.
Desde sunchaleshoy nos enorgullecemos de tener a Owen, así como también a los otros conciudadanos que, por nacimiento o adopción, están entre nosotros o partieron y que nos representaron en aquella época aciaga. Ojalá no pase mucho tiempo para que, así como recordamos fechas de eventos deportivos o sociales, le demos la importancia que tienen este tipo de homenajes (como el recuerdo del hundimiento del crucero Belgrano, el cual también pasó sin ser recordado).
Mientras, se siguen con atención las acciones que se están llevando a cabo desde el Museo Nacional de Malvinas de Oliva, Córdoba, tendientes a recuperar aquel emblemático avión, hoy día en territorio estadounidense.
(Fuerza Aérea Argentina) - Con las primeras luces del 21 de mayo, el comando del Componente Naval de Malvinas ordenó despegar, en misión de reconocimiento, a un Macchi 326 piloteado por el Teniente de Navío Owen G. Crippa.
El aviador naval se aproximó rasante desde el interior de la isla y, al desembocar sobre la bahía, se halló en medio de la flota, alcanzando a disparar sus coheteras Zunni. Al aterrizar, confirmó la magnitud del desembarco.
(La perla austral) - Al caer la tarde del 20 de mayo de 1982 los Tenientes de Navío Guillermo Owen Crippa y Horacio Talarico se reúnen con el Capitán de Fragata Oscar Manuel Arce, quien les comunico que el día siguiente deberían cumplir una misión sobre San Carlos.
La orden consistía en realizar una navegación rasante a través del valle existente entre Puerto Argentino y San Carlos, bordeando para ello las denominadas altura Rivadavia, una secuencia del cerro que cruza la Isla Soledad en todo su ancho. Utilizaría como referencia, un pequeño valle ubicado en medio de una cadena montañosa previa al brazo del Río San Carlos.
Era presumible, por cierta información existente, la intención de los británicos de efectuar un desembarco en esa zona, aunque se ignoraba completamente la magnitud que el mismo podría tener.
El 21 desde muy temprano, los mecánicos estuvieron trabajando en los dos Aeromacchi, pero surgieron inconvenientes en el aparato de Talarico. Como era necesario que la misión se llevara a cabo, aún con un solo avión, se decidió que saliera Crippa.
El personal de apoyo centro entonces sus esfuerzos en una maquina, hasta que todo estuvo listo para la partida.
A las 10:04 Crippa recibió la autorización de la torre de control e inicio la corrida de despegue.
En pocos segundos estuvo en el aire; con un giro suave puso proa al oeste y paulatinamente comenzó a volar bien rasante.
Una capa de nubes bajas y algunos bancos de niebla fueron las características meteorológicas que encontró ni bien recorrió las primeras millas.
Superadas las líneas de defensa, el Comando le informo que a partar de Monte Kent tenia libertad de maniobra para atacar cualquier helicóptero que encontrara por la zona.
Poco antes de la llegada a la planicie ubicada entre Monte Kent y Cerro Rivadavia, observo cierta actividad de combate; dos columnas de humo gris oscuro que se elevaban de sendos helicópteros, posiblemente derribados por aviones Harrier mientras transportaban personal del Ejercito para reforzar posiciones.
Cuando planifico la misión Crippa había tomado como punto de referencia el valle del río San Carlos, pero al acercarse allí se encontró con una espesa capa de niebla que, con el efecto de los rayos del sol, provocaba una series de reflejo que no le permitían una buena visión, por lo que decidió cambiar la dirección de ataque: en vez de entrar al puerto San Carlos por el sur, lo haría por el norte, con el sol lo mas atrás posible. “De todos modos la flota británica estará en mar abierto, o en el peor de los casos en la boca del estrecho”, pensó mientras giraba a la derecha y enfilaba directamente hacia el cerro Bombilla.
Unas millas antes de pasar por el espacio que queda entre el Río San Carlos y el cerro Bombilla, diviso una de las referencia mas notables para todo navegante: la roca Remolinos, un enorme montículo rocoso ubicado al norte del estrecho San Carlos, frente al Cabo Leal, roca que vista desde el mar se asemeja a un buque de considerable tamaño.
Al llegar a la Ensenada del Noreste miro en todas las direcciones pero se sorprendió al no encontrar ningún barco allí o en las proximidades. Ni siquiera existía actividad aérea: los Harrier que habían atacado a los helicópteros en las Alturas Rivadavia no estaban en la zona ¿Cómo podían ser que los lanchones de desembarco no contaran con ningún tipo de apoyo, tal como lo había informado desde San Carlos el Teniente Esteban?
Por un momento esa situación lo intranquilizo, le creo cierta incertidumbre.
Con esos interrogantes rondando por su mente, Crippa giro a la izquierda y se pego a la costa, volando a 500 pies de altura y una velocidad de poco mas de 300 nudos.
Así continuo sin novedad, pero cuando estaba próximo a Punta Correntada, de pronto, algo le provoco un estremecimiento: recostada inmóvil sobre la costa de Punta Roca Blanca, en la boca norte del Estrecho de San Carlos, estaba la silueta inequívoca de una fragata Clase 21.
Como el buque no dio señal de haberlo detectado continuo con su navegación siguiendo el contorno de la costa, la que, hacia el sur, se va elevando cada vez mas, tomando la característica de los típicos “fiordos”.
Instantes después vio, por segunda vez, unidades inglesas: eran dos fragatas recostadas en las proximidades del Monte Rosalia, al sur de la boca de la Bahía Roca Blanca, en la Gran Malvinas.
Aparentemente tampoco lo habían detectado.
Cuando desde atrás de un cerro salió al canal propiamente dicho del Estrecho de San Carlos, se encontró, de pronto, con un helicóptero Sea Lynx británico que, como colgado en el aire, a unos 1000 pies del agua, estaba, aparentemente, haciendo detección aérea temprana “de data”, como se dice en la jerga.
Crippa, instintivamente, se preparo para atacar: acomodo el Aeromacchi ascendió un poco para no dispárale de abajo hacia arriba, selecto el armamento y en momentos en que se disponía a gatillar, vio un buque que estaba en las lenguas de agua que va hacia el puesto de la Estancia San Carlos.
En escasas décimas de segundo tuvo que decidirse: el helicóptero no lo había visto y era difícil que o atacara, no iba a tener tiempo. En cambio el buque además de ser una mucho mejor “presa”, si lo atacaría. “Me tiro al buque. No es tu destino”, pensó refiriéndose al piloto del helicóptero y giro bruscamente a la izquierda para entrar en picada final de ataque.
Nuevamente acomodo el avión, tomo puntería y apretó el gatillo, pero no salió ni un disparo. Apretó para tirar cohetes y tampoco. Una sensación de amargura e impotencia le hizo pensar:. “¡Que bronca! ¡Llegar hasta aquí y no poder hacer nada!”.
Siempre en picada de tiro, se dio cuenta, al observar el tablero, que había olvidado selectar el “master” de armamento cosa que hizo instantáneamente. Sabia que con cañones y cohetes no podría hundir ningún buque, pero estaba en condiciones de anular, en gran medida, los sistemas electrónicos con que cuentan las naves de guerra modernas. Eso y dejar fuera de combate al buque era lo mismo.
Ya estaba casi encima del barco. Trato de apuntar al puente de comando y a las antenas, hizo los disparos y levanto la trompa de su avión ante la proximidad de la nave, a lo que cruzo por la popa para volver a pegarse al agua y comenzar las maniobras bruscas de zigzagueo.
En ese momento comenzaron a tirarle con cañones desde un transporte de asalto tipo Fearless, que estaba a su izquierda. Al mirar hacia ese buque, vio el fogonazo y el humo característicos que se produce cuando se dispara un misil y de inmediato la estela brillante que iba dejando el proyectil a medida que se aproximaba al avión.
A fin de evitar el impacto Crippa intensifico las maniobras evasivas, pero no tardo en comprender la gravedad de la situación: a medida que avanzaba se encontraba con mas y mas barcos.
Para impedir que le tiraran, recurrió a un arriesgado procedimiento, que consistía en meterce entre medio de los buques, que de este modo dejarían de tirar ante el peligro de impactarse entre ellos.
En efecto, los ingleses cesaron el fuego momentáneamente, pero lo reincidieron una vez que su avión había pasado, tratando de impactarlo mientras se alejaba.
Se había metido en la boca del lobo.
Volando a plena potencia y esquivando como podía, tanto a los buque como a las esquirlas, que se iban formando a su alrededor, enfilo hacia Punta Federal, con la esperanza de alejarse de las unidades inglesas. Pero se equivoco: al “saltar” un cerro, en lugar de esconderse se encontró de golpe con mas barcos, ubicados a su derecha, próximos a la Bahía Ruiz Puente.
Repuesto de la sorpresa giro bordeando un cerro, en momentos en que las naves comenzaron a tirarle con artillería. Al pasar el cerro se plancho sobre el piso de un amplio valle que está antes de llegar a Puerto Sussex.
En ese instante, un pensamiento se cursó por su mente: “Si voy a Puerto Argentino y digo que hay muchos buques, me van a decir que está bien, que habrá cuatro o cinco. Pero cuantos en realidad ¿cuántos había?.
Trato de calmar sus nervios; estaba agitado y sentía el cuerpo empapado en transpiración. Se había salvado del fuego de los buques pero era posible que un PAC de Harrier ya estuviera dirigiéndose al lugar para interceptarlo.
“Me juego una vez mas” pensó en voz alta y elevándose un poco hizo un suave giro hacia la izquierda, regresando hacia el Río San Carlos. Su intención era contar, identificar y ubicar a cada una de las unidades británicas en la carta que llevaba en la rodilla derecha.
Así; lo hizo eran nada menos que catorce buques; una cifra que no estaba en sus cálculos y en los de nadie. Para cualquiera, era un disparate concebir la presencia de esa cantidad de naves en una zona tan restringida.
Como es estaba acercando demasiado, volvió a girar está vez hacia el sur, “Listo ahora a casa” dijo a si mismo y puso rumbo hacia Puerto Argentino. Fue entonces cuando se presento otro problema: en el prevuelo, había buscado referencias que le ayudaran en su navegación y le evitaran tener que diferenciarlas en el momento, desviando su atención. Pero al haber cambiado su navegación por la mala meteorología, perdió esos puntos geográficos de referencia que le permitirían guiarse para el regreso.
De acuerdo con la nueva ruta que debía seguir, se veía obligado a pasar por Puerto Darwin, donde había fuerzas propias que desconocían la existencia de la misión. Lo mas probable es que le tiraran y tal vez lo derribaran. El peligro existía y era consiente de ello.
Tenia solo una alternativa: pegarse todo lo mas posible al piso, volar sobre el sector sur de las Alturas Rivadavia y rogar por que no lo derribaran.
Afortunadamente, sin mayores novedades llego a Bahía Agradable y salió al mar. Hasta ese momento había logrado sortear un escollo muy difícil: pasar sobre la artillería propia. Aun no se había comunicado con Puerto Argentino por dos motivos fundamentales: primero por que los británicos contaban con elementos como para detectar la emisión de su radio e ir en su búsqueda y, segundo, porque para emitir debía ascender bastante, pues volando tan bajo las ondas radioelectricas de muy alta frecuencia (M.A.F. o V.H.F.) tenían muy poco alcance.
Cuando salió al mar, no tenia una idea clara de donde se encontraba. Según sus cálculos. Había dejado la tierra al sur de la Rada Agradable, pero no estaba nada seguro. Ascendió e intento entonces comunicarse con Puerto Argentino:
-Tala, aquí Pora, Tala, aquí Pora.
-Aquí Tala, adelante Pora.
-He avistado catorce unidades inglesas en zona de Puerto San Carlos. Confirmaré posición al aterrizar.
-Pora, lo tengo controlado. Ponga rumbo 065.
-¿Y las defensas?
-No se preocupe ya están avisados.
Crippa plancho su avión nuevamente sobre el mar y continuo en la dirección indicada. Luego de pasar por la Isla del Este, el controlador del aeropuerto le pidió que ascendiera para tenerlo en el radar. Instante después volvió a llamarlo:
-Pora, lo tengo en pantalla
-Bien, pero ¿y las defensa? –pregunto ansioso Crippa sin ocultar su preocupación por las defensas antiaéreas.
-Ya están avisados. No se haga problema por eso. Todo está bajo control –respondió el controlador desde la torre del aeropuerto. –Proceda para el aterrizaje.
A las 10:45 Crippa aterrizo en Puerto Argentino. Cuando el Aeromacchi se estaciono en un costado de la pista, el Capitán Arce se acerco a la maquina. Crippa había comenzado a bajar por la escalerilla. En su cara se reflejaba toda la tensión del momento vivido.
-¿Así que están ahí? –le pregunto Arce antes de que Crippa llegara al piso.
-Si señor, tienen todo tipo de barcos. Nunca pensé que los iba a encontrar en ese lugar y en esa cantidad. Alcancé a atacar a una fragata(*), vi el impacto de cañones pero desconozco qué efecto tuvieron los cohetes.
-Crippa, vamos a la Central de Operaciones así nos informa en detalle –dijo Arce mientras apuraban el paso, pues comenzaba a lloviznar con cierta intensidad.
La información aportada por el Teniente Crippa fue de fundamental importancia para las acciones futuras emprendidas contra las fuerzas británicas. Ese mismo día, horas después del vuelo sobre San Carlos, aviones de la 2da Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque y de la Fuerza Aérea incursionaron exitosamente sobre los buques enemigos.
(*) Gran Bretaña reconoció que el 21 de mayo, aproximadamente a las 10:30 hs un avión Aeromacchi, solitario provoco averías a una fragata clase 21. Según un articulo publicado en la sección Defence Attache de la revista The International Defence Review (n°3/1983, pag. 24), el buque atacado seria la fragata tipo 22 H.M.S. “Brilliant”
Fuente: Sunchaleshoy
Re: Guerra de Malvinas - 26° Aniversario
Desde que la conoci considero que esta accion es la mas temeraria y vliente de la cantidad de acciones temerarias y valientes que se realizaron durante la guerra.
Pregunta, que es hoy de la vida del Sr. Crippa
Pregunta, que es hoy de la vida del Sr. Crippa
sesamo- Suboficial Mayor
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